A pesar de los cuestionamientos que se hicieron oír desde varios sectores, el presidente Javier Milei propuso formalmente a los jueces Ariel Oscar Lijo y Manuel José García Mansilla como sus candidatos a integrar la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

La propuesta de ambos fue hecha a través de dos avisos oficiales del Ministerio de Justicia que fueron publicados en el Boletín Oficial, con la larga serie de antecedentes curriculares de cada uno de los magistrados.

A partir ahora, se abre un período de 15 días para que la ciudadanía, organizaciones no gubernamentales, colegios y asociaciones profesionales, entidades académicas y de derechos humanos presenten sus observaciones respecto a los candidatos propuestos.

Luego, será el Senado el que debatirá y decidirá por dos tercios si uno de ellos o ambos es apto para el cargo que les ofreció el gobierno de La Libertad Avanza (LLA).

La Corte Suprema cuenta en la actualidad con cuatro integrantes: Horacio Rosatti (que ejerce la Presidencia), Ricardo Lorenzetti, Juan Carlos Maqueda y Carlos Rozenkranzt.

Lijo y García Mansilla fueron propuestos para cubrir las vacantes de Elena Higthon de Nolasco, quien se jubiló, y Carlos Maqueda, quien está próximo a cumplir los 75 años y jubilarse, tal como establece la legislación nacional.

La disputa en el Senado

El objetivo de Milei para hacer pie en el máximo tribunal es acelerar el proceso de selección para que el sucesor esté disponible en una jura prevista para noviembre próximo. No obstante, la jugada cuenta con un escollo. Cada candidato debe conseguir los dos tercios en el Senado, un cuerpo donde el oficialismo y sus aliados son minoría, y que semanas atrás rechazó el megaDNU del Presidente.

Desde que el nombre de Lijo sorprendió a opositores y oficialistas, los cuestionamientos que más se hicieron oír fueron los de varias instituciones vinculadas al derecho. Algunas de ellas fueron la Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales de Buenos Aires y el Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires.

Ambas presentaron sus rechazos y pidieron que los candidatos a cubrir los cargos en la Corte sean "juristas relevantes e imparciales", no como Lijo y García Mansilla.

También presentaron sus objeciones el Foro de Estudios sobre la Administración de Justicia (FORES) y La Red de Entidades por la Justicia Independiente de Argentina (REJIA).

En tanto, las críticas más fuertes a García Mansilla provinieron de los sectores más progresistas. Cuestionaron la postura abiertamente antiabortista del candidato y sus estrechos vínculos con los sectores más conservadores de la Iglesia Católica.

Durante el debate de la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), en 2019, el magistrado se presentó en el Congreso y dijo que “el aborto es un delito”.

También fue uno de los magistrados que durante el gobierno de Alberto Fernández se pronunció en contra de la intervención de la firma Vicentín. Esta y otras posturas pro-libertad de mercado lo acercan a Carlos Rozenkantz, otrora crítico de la “justicia social”.

Los antecedentes de Lijo y García Mansilla

No obstante, entre los antecedentes que el Ministerio de Justicia encabezado por Mariano Cúneo Libarona presentó de ambos candidatos son los siguientes:

Ariel Oscar Lijo, actual Juez Federal a cargo del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal nº 4 de la Capital Federal, se "destaca por su experiencia en la investigación de delitos complejos como corrupción, narcocriminalidad, trata de personas, delitos económicos, ciberdelincuencia, entre otros".

Por su parte, Manuel José García Mansilla, es actual Decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Austral. Es doctor en Derecho por la Universidad Austral y cuenta con un Master of Laws (LL.M.) por la Georgetown University Law Center de Estados Unidos. Su experiencia docente abarca tanto grado como posgrado, siendo profesor titular de Derecho Constitucional y Seminario de Historia del Derecho.