Una narrativa que excluye a las disidencias
Las palabras prohibidas por el poder libertario
El vocero presidencial se negó a hablar de lesbicidio en la matanza de Barracas, habló de la violencia en general y mandó sus condolencias a los familiares sin saber siquiera que esas personas existen. Algo de esta evocación fantasmal se escurre en sus expresiones, la de un poder que negocia con pocos y es indiferente con el dolor de muchos otros. Un lenguaje enemigo del pueblo, ¿tiene futuro?

















