El periodista y conductor de La Mañana, Víctor Hugo Morales, calificó de insólito el faltante de gas y el cierre temporal de todas las estaciones de servicio de GNC y aseguró que “la verdadera corrupción es dejar a un país sin alimentos, sin medicamentos y sin gas” y no la que se denuncia todo el tiempo en los medios de comunicación para deslegitimar a la obra pública.
El editorial de Víctor Hugo Morales
La verdad es que no entendemos nada. Somos un colectivo que fracasa en la apreciación política. O en nombre del veneno que nos inoculan. Esto es más posible todavía. No creo que tantos puedan no comprender que si les dice que se termina la obra pública, se terminan muchas cosas que son de su interés.
Se termina hasta la calidad de los chicos que están en la escuela. Pero sobre todo pasan cosas graves como esto del gas. Nunca se ha visto. En Lanús, el propietario de una estación de servicio cuenta que nunca pasó lo que ocurrió hoy, con la suspensión del suministro.
Y eso que hemos pasado crisis. Esto incluye hasta el 2001 y 2002. Pero cuando Milei decía "basta" a la obra pública, a los empleados estatales, nos estaba diciendo de muchas cosas que se terminaban y que son parte de nuestra vida. ¿Qué está haciendo sin gas? ¿Qué hace una industria sin gas? ¿Qué hace la industria que está sin gas y tiene que pagar sueldos? ¿Cuántos de esos van a quedar en la calle?
¿No entendemos que una cosa trae a la otra? ¿Tanto puede ser el veneno, la locura, que les inocularon en el tiempo en el que había que destruir el Estado de bienestar? Como para que no seamos capaces de advertir las cosas más sencillas.
¿Qué creen que sígnica 'basta de obra pública'? Ellos y la mafia de Clarín y La Nación lo hacen toda la vida en nombre de que la obra pública 'trae corrupción', porque la corrupción es el único caballito de batalla que tienen para poder pelear modelo contra modelo. No tendrían cómo caminar.
Un modelo quiere obra pública y el otro modelo no la quiere. Para juntar plata para pagarle al FMI o para que la fuguen bandidos como los Roca, los Magnetto y los tipos que se quedan con el país. Y no nos damos cuenta.
Somos un colectivo que parece no advertir la trampa. Nos dicen cualquier cosa y allá vamos, con nuestro odio, nuestras envidias, a luchas contra nosotros mismos: a pegarnos tiros en el pie.
¿Cómo puede ser? Hoy el país está parado. Sin energía. En 25 años una estación de servicio jamás vivió una situación como esta. Hoy, todo parado, todo detenido. Corrupción hay en cualquier lado.
Los grandes vendidos de muchos medios de comunicación, pobres, están a la orden la agenda, dicen lo mismo. Hablemos a partir de los comedores que no están, dicen. No, hablemos a partir de los que sí estaban y no reciben comida y van a seguir cerrando.
"Basta de obra pública", decían, y usted compró. No entendemos nada. Y si entendemos, somos viles con nostoros mismos. Porque esto que le pasa a Argentina tiene que ver con los sonsonetes que le dicen. Corrupción es esto. Es dejarlo como lo han dejado hoy, sin alimentos, sin medicamentos y sin gas.
A ver si algún día aprendemos. Porque volvemos a cometer los mismos errores. ¿No pasó Macri por este país? Y era más suave que estos, todavía. ¿No pasó el neoliberalismo? ¿No pasaron cuatro años apenas y hubo que votar masivamente en contra? Ahora tenemos a estos por tres o cuatro años y no los podemos sacar de encima sin democracia.