Oscar Ojea, obispo de San Isidro y hasta hoy presidente de Cáritas, la institución social de la Iglesia Católica, es el nuevo presidente de la Conferencia Episcopal Argentina por el próximo período de tres años. El nombramiento surgió de la asamblea plenaria reunida desde ayer en la localidad de Pilar y de la que participan aproximadamente 90 obispos con derecho a votar. La vicepresidencia primera será ocupada por segundo período consecutivo por el cardenal Mario Poli arzobispo de Buenos Aires, en tanto que la vicepresidencia segunda estará a cargo del obispo de La Rioja, Marcelo Colombo. La elección se celebró en la jornada de hoy.

Carlos Malfa, obispo de Chascomús, fue elegido para un segundo mandato como secretario general del Episcopado.

La votación para la presidencia no arrojó sorpresas, dado que Ojea estaba entre los candidatos ya conversado entre los obispos. El cardenal Poli había manifestado a varios interlocutores su deseo de no ser tenido en cuenta para el máximo cargo de la Conferencia.

La novedad estuvo dada en la segunda vicepresidencia, dado que el obispo riojano Marcelo Colombo es un hombre que ha mantenido posiciones muy abiertas y comprometidas, tanto en temas estrictamente eclesiásticos como sociales, en el marco de un episcopado cuyo perfil es mayoritariamente conservador.

Durante el último período, durante la conducción de José María Arancedo, arzobispo de Santa Fe, como presidente de la CEA, fueron varios los señalamientos respecto de las diferencias de orientación de los obispos argentinos respecto de los lineamientos trazados desde Roma por el papa Francisco. La nueva constitución de la comisión ejecutiva del Episcopado, integrada por el presidente, los dos vices y el secretario general, permite adelantar un posicionamiento más cercano y afín a la prédica vaticana expuesta por Jorge Bergoglio como Papa.

Si bien el cardenal Poli es un hombre que mantiene su bajo perfil y elude la exposición pública, tanto Ojea como Colombo son personas a quienes se les reconoce trayectoria de compromiso con los temas que preocupan a la sociedad y, en varios casos, no han eludido pronunciamientos sobre la materia.

Al margen de que no habrá pronunciamientos formales sobre el tema, es conocido que en el gobierno se esperaba y se veía con buenos ojos que el cardenal Mario Poli asumiera al frente de la Conferencia Episcopal por los próximos tres años.