El mar es el destino de los enamorados (Dzain) "Cuando estoy lejos y no puedo respirar/ busco en un mapa la costa más cercana: un colectivo que me lleve hacia el mar", canta con urgencia atlántica Nahus Bipolar, extravagante cantautor de Berazategui que reconoce influencias que van del poeta Vicente Zito Lema al Conde de Lautréamont y de Reina al Litto Nebbia de Canciones de la Península de Valdés. En este extraño EP, el autotitulado "Bestia del Low Fi" le canta a los amores oceánicos, logrando ser poético y épico, caótico y dramático, pero a la vez irresistiblemente pop.

Bit (Javier Yunes, Planetharia) Con la idea del bit como unidad omnipresente en nuestra vida, Yunes propone una música minimalista e introspectiva que parece tratar sobre las titilaciones de la vida moderna, donde el único rescate emotivo posible es el digital. Entre exóticos ritmos programados y líneas de bajo electrónicas, Yunes interpreta sus canciones con la guitarra acústica, creando climas que atraviesan la memoria. "Las cosas que tirás al viento, son cosas que pronto encontrarás", canta el músico que también exhibe su buena voz y su obsesión por Thom Yorke en The.plethora.project.

Ja Ja Ja (Miguel Molins) Escondido entre las baratijas exuberantes del siempre mítico barrio de Once, hace un par de años que este joven compositor oriundo de El Bolsón viene tallando estribillos y melodías voladoras, conjugando experimentación casera y melodías atemporales como Galaxias de Plaza Once o Disfraz, un temazo con clima babasónico pero una contundencia que muestra que además de talento, Molins tiene oficio. "Quiero saber qué se siente ser verdadero", admite en este disco que tiene algo de synthpop y ecos noventosos y la liviandad indispensable de la música ligera.