Después de que el Gobierno de Javier Milei reglamentara la ley Nacional de Receta Electrónica, el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Lomas de Zamora, Leonardo Fernández, analizó los principales puntos de la iniciativa, que entrará en vigencia a partir del 1º de julio en todo el país.
Si bien sugirió que la modificación de la norma, reglamentada a través del decreto N°345/202, fue hecha "a la medida" de una empresa en particular, a la que evitó nombrar, Fernández aseguró que la utilización de recetas electrónicas en las farmacias ya es una práctica común en todo el territorio argentino.
"Desde hace varios años PAMI ya viene con la receta electrónica, (los pacientes) están acostumbrados, las farmacias también", apuntó el titular del Colegio de Farmacéuticos de Lomas de Zamora, en referencia a las dudas por la aceptación del nuevo sistema en la población de adultos mayores.
Consultado por la coexistencia de la receta electrónica y la versión en papel, Fernández aclaró que la ley Nacional de Receta Electrónica que impulsa el Gobierno no especifica nada sobre ese punto: "Hay que ver cómo se reglamenta, pero por ahora no está reglamentado que haya la coexistencia de las dos versiones. Hasta que eso no suceda, todavía hay una incertidumbre", planteó.
En esa línea, se refirió al principal problema que ve a la hora de implementar la normativa. "Pongamos el ejemplo de una obra social que tiene poca prestación. Por lo general, el paciente puede recurrir a la farmacia que atiende esa obra social, pero por casos de apuro, o porque le queda más cerca, opta por comprar el medicamento en otro lado. ¿Y qué pasa? Esa farmacia no va a tener la posibilidad de dispensarle el medicamento al paciente porque no tiene ninguna posibilidad de ingresar a la nube para ver su receta. Porque de la única manera que uno puede ver su receta es si esa farmacia atiende esa obra social", remarcó Fernández.
"Ahí vemos un impedimento importante, sobre todo para aquellos afiliados a obras sociales pequeñas, o que tienen poca prestación", ahondó.
Por último, señaló que otro punto cuestionable del decreto N°345/202 es la venta de medicamentos a través de plataformas digitales: "Ahí vemos con mayor preocupación lo que pueda pasar", concluyó.