La violencia urbana recrudeció en las últimas horas e hizo pico en dos homicidios con formato de ejecuciones sumarias. Primero le pasó a Lucas Sánchez, de 26 años, en el precario asentamiento de Virasoro y Constitución, detrás del Mercado de Productores. Una pareja en moto lo emboscó el sábado a la tarde y le prodigó varios disparos que provocaron su muerte, luego, en el Heca. Un patrullero llegó a perseguir a los homicidas hasta Gutenberg y La Paz, donde estos abandonaron la moto y se perdieron en los pasillos de la villa. A la noche, en el Fonavi de Sánchez de Thompson al 200 bis, Jair Merlo, de 22 años, murió acribillado a balazos. Con él, dos amigos y una niña de 6 años resultaron heridos por las balas que disparó un grupo de hombres que llegó con la única misión de asesinarlo. El fiscal Rafael Coria está a cargo de ambas investigaciones.