El clima invita a realizar una larga caminata por la calle central del predio. Los stands de las diferentes marcas auspiciantes se posicionan uno al lado del otro, por la extensa peatonal que no tiene silencio durante cada una de las jornadas. Los amantes de la actividad, tanto locales como extranjeros, circulan sin descanso para no perderse nada de lo que ocurre ahí. Mientras, a pocos metros, en las dos canchas del complejo, se desarrolla el torneo de polo más importante del mundo, con los mejores protagonistas de la actualidad. Precisamente, es por ellos que todo ese movimiento se repite cada año en Palermo, el lugar elegido para mostrarse hacia el resto del planeta.

La particularidad de esta edición del Abierto Argentino, la 124° de la historia, es que el nuevo presidente de la Asociación Argentina, Eduardo Novillo Astrada, también disputó el certamen como jugador, hasta la semana anterior, integrando el conjunto de La Aguada-Las Monjitas. A partir de algunos problemas físicos, el directivo anunció que no podrá continuar participando este año. El dirigente, apenas asumió, dejó en claro que su misión principal será popularizar un deporte considerado de elite. 

Y algo de eso ya se empieza a vislumbrar por Palermo, con entradas que vienen siendo accesibles, inclusive más baratas que el fútbol. El precio fijado es de 220 pesos, para disfrutar de un día que incluye dos encuentros. La convocatoria atrae a nombres ligados con otras disciplinas, como por ejemplo el ex técnico de River Leonardo Astrada, o el ex integrante de Los Pumas Serafín Dengra, ligado más ahora al mundo mediático. 

Otros de los puntos destacados en esta tarea de acercar a la gente, son los grupos musicales que tocan al final de cada día. El sábado último fue el turno de Los Totora, la banda de cumbia surgida de La Plata.

De todas maneras, los sultanes, los príncipes, y la realeza son los habituales acompañantes del polo, quienes no sólo tienen la atracción por lo que se exhibe en el campo, sino que luego tienen el poder de elegir a los jugadores con quienes van a compartir equipo, en algún lugar del mundo  a lo largo de la temporada.

Con la implementación de reglas nuevas para este año, los directivos buscan que el juego tenga más dinamismo, y también proteger la integridad física de los jugadores y de los caballos. Los cambios fueron puestos a prueba en los certámenes anteriores a la Triple Corona (Tortugas, Hurlingham y Palermo), y como los protagonistas estuvieron de acuerdo, se aplicaron finalmente para los torneos de alto handicap. Para que ello ocurra, tuvo que ver mucho el presidente, que sigue viviendo todavía lo que ocurre desde arriba del caballo.

Con otra visibilidad, el polo ingresó en una etapa de cambios para buscar salir del letargo. Y Palermo lo vive a pura fiesta.