Lejos de los cambios más profundos que pretendió aplicar el titular de la AFIP, Alberto Abad, el proyecto de reforma fiscal incluye unas pocas modificaciones de forma para el Régimen Simplificado para Pequeños Contribuyentes. La reforma reduce las recategorizaciones a solo dos al año, contra las tres actuales. Para continuar con el beneficio deberán mostrar ingresos brutos por hasta 700.000 pesos cuando se ofrezca un servicio o de 1.050.000 en el caso de venta de cosas muebles. En cada semestre “deberá calcular los ingresos brutos acumulados, la energía eléctrica consumida y los alquileres devengados en los 12 meses inmediatos anteriores, así como la superficie afectada a la actividad en ese momento”. No se considerarán actividades comprendidas en este régimen las actividades de dirección, administración o conducción de sociedades. El precio máximo unitario de venta, sólo en los casos de cosas muebles, no podrá superar los 15.000 pesos, no deberá haber realizado importaciones de cosas muebles para su comercialización posterior ni realizar más de tres actividades simultáneas o poseer más de tres unidades de explotación.