La Asociación de Psicólogos de Buenos Aires ha tomado conocimiento de la existencia de un proyecto de reforma de la Ley de Salud Mental (26.657) y que está a la firma de Presidencia.

Públicamente expresamos nuestro desacuerdo con esta propuesta que es contraria al espíritu de la Ley de Salud Mental vigente, que ha sido aprobada por las cámaras legislativas y ha recibido el beneplácito de organismos internacionales especializados. 

Este proyecto es opuesto a la intención de respeto a las personas con discapacidad mental y su reconocimiento como sujetos de pleno derecho.

Entre otros ítems señalamos que

  • Modifica la concepción de salud mental como un proceso psicosocial e histórico para volver al modelo médico, de claros rasgos biologicistas.
  • Reivindica la figura del manicomio (con la idea de lugares de aislamiento) en clara contradicción con el espíritu de la ley vigente. Cabe recordar que la ley aspira a que en 2020 no existan mas instituciones cerradas y de aislamiento. Lesiona y desconoce el derecho de usuario (pacientes) a una adecuada defensa técnica sometiendo a sus abogados a los criterios del equipo técnico tratante.
  • Restituye el modelo tutelar en reemplazo del reconocimiento a la voluntad del usuario.
  • Quita de la competencia del Ministerio Público de la Defensa la designación de la autoridad del órgano de revisión y la pasa al Ministerio de Salud de la Nación, que sería la que se revisaría a sí misma.
  • Además, cuestiona el trabajo interdisciplinario, reivindica el aislamiento, y vuelve a la carga sobre el tema de las jefaturas de servicio dejándola solo en manos de la profesión médica.

Esto es para nuestra profesión y otras concomitantes un grave retroceso en nuestros derechos.

En la propuesta de reglamentación actual, observamos un marcado retroceso en el respeto a los derechos de los usuarios de drogas al plantear la reinstalación de tratamientos para usuarios solo en dispositivos especializados y la habilitación de espacios de comunidades cerradas para los usuarios de drogas.

Así se vuelve a instalar el concepto de peligrosidad de los usuarios de drogas, de raíz asilar-manicomial, mediante la internación o encierro compulsivo ya desterrados en la Ley 26.657.

Por todo esto, APBA se pronuncia públicamente en contra de estas reformas, que pretenden reinstalar una lógica manicomial  y biologista y atentan severamente contra los derechos a la salud mental.