A pesar de las críticas de los sindicatos que no responden a la conducción de la CGT y de las críticas internas, el triunviro de la central obrera Héctor Daer sostuvo que "la integridad del derecho laboral está a salvo" con el acuerdo de "consensos básicos" alcanzado con el Gobierno alrededor de la reforma laboral, que se cerró ayer en el predio de la Sociedad Rural con el ministro de Trabajo, Jorge Triaca. "No es la reforma de Brasil", se defendió el titular del gremio de Sanidad, mientras el Ejecutivo enviaba el proyecto de reforma laboral al Congreso. 

Daer minimizó las críticas a la iniciativa oficial al asegurar que "hay ignorancia sobre los límites de la negociación por parte de compañeros que tienen una posición más terminante", defendió las modificaciones introducidas a la propuesta original, que cuenta con 130 artículos, y afirmó que "no es la reforma de Brasil ni una reforma que haya tocado los derechos fundamentales de ningún trabajador". "Quedan en pie los derechos colectivos", aseguró.

La CGT, aclaró, sin embargo, que además de los "consensos básicos" quedaron aspectos de la iniciativa oficial que serán analizados en la última semana de noviembre cuando sesione el Consejo Directivo. Daer insistió en destacar que "se incorporaron al cómputo de las indemnizaciones las horas extras y las comisiones y se dejó de lado el banco de horas".

Por otro lado, resaltó que se avaló "un mecanismo para facilitar que alrededor de 900 mil trabajadores en relación de dependencia que no están formalizados tengan un camino para que sus empleadores los formalicen con un reconocimiento de derechos individuales y aportes al sistema previsional desde el inicio de su relación laboral". 

El artículo 5 de la ley, fija que los empleadores "gozarán de una condonación de la deuda por capital, intereses, multas y punitorios" en caso de blanquear a sus empleados dentro de los primeros 180 días de los 360 durante los cuales estará vigente el proceso de blanqueo. Transcurrida esa primera mitad, la condonación será del 70 por ciento. “A los empresarios que blanquean se les quitan todas las deudas para atrás y a los trabajadores se les reconoce sus derechos hasta cinco años desde la fecha real de ingreso”, indicó Daer.  

Los empresarios, por su parte, también se beneficiarán con la nueva legislación, ya que los artículos 19 y 20 modifican el derecho a indemnización de los trabajadores que estén en blanco en la actualidad pero que anteriormente hayan trabajando en negro o hayan percibido parte del salario en negro. La reforma propone que en lugar de indemnizar a los trabajadores, los empleadores pagarán multas a los Organismos de Seguridad Social, equivalente a la mitad del salario mínimo, vital y móvil por los meses en los que no hayan declarado a sus empleados o a parte de sus salarios.   

El acuerdo con Triaca llegó en la previa del viaje que varios dirigentes de la cúpula de la CGT realizarán al Vaticano para participar de un encuentro con centrales sindicales de todo el mundo.

Mientras tanto, el secretario gremial de la CGT y dirigente de Camioneros, Pablo Moyano, lanzó una línea interna contraria al acuerdo con la alianza gobernante, que cuenta con el respaldo de hombres cercanos al Papa, entre ellos el nuevo presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), Oscar Ojea; el canciller de la Academia Pontificia del Vaticano, Marcelo Sánchez Sorondo, y el dirigente de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) Juan Grabois.