Desde Santa Fe.

El destape de los "desmanejos" con las horas Ospe -como llaman a las extras‑ dejó ayer bajo proceso al comisario Adrián Rodríguez, a quien el ministro de Seguridad Maximiliano Pullaro quería designar jefe de Policía de la provincia luego de estar al mando de las unidades regionales I (La Capital) y V (Castelllanos). El fiscal Ezequiel Hernández, a cargo de la unidad de Delitos Complejos, lo imputó por supuesta "defraudación a la administración pública doblemente agravada por ser funcionario público en concurso ideal con falsedad ideológica de instrumento público". Rodríguez se negó a declarar en "virtud de la complejidad de la causa", pero su abogado defensor dijo que lo hará en dos semanas, apenas estudie las "evidencias del legajo". "No hay nada que esconder, así que vamos a aclarar todo lo que haya que aclarar", prometió el penalista Ramiro Díaz Duarte.

Rodríguez fue acusado por hechos ocurridos hace dos años, entre el 1º de enero y el 1º de junio de 2015, cuando era jefe de la Unidad Regional I por "haber consentido y autorizado horas extras y adicionales" a tres asistentes que "estaban bajo su dependencia directa", en la Ayudantía de Jefatura, explicó el fiscal. Son los primeros cuatro policías imputados en la causa sobre un total de 13 que ya fueron citados a audiencias imputativas, pero Hernández aclaró que son "más de 40" los que deberán declarar en lo que resta del año y después de la feria judicial de enero.

El reglamento de horas extras en la Policía establece que se pueden cumplir un máximo de 120 horas semanales. Y en el caso de Rodríguez, el fiscal le atribuyó "haber consentido y autorizado horas adicionales" a sus tres asistentes por encima de ese "máximo". El abogado defensor le bajó el tono al reproche, dijo que los montos en debate eran de 500 a 1.000 pesos. "Esperábamos una imputación un poco más severa, que no lo fue", planteó Díaz Duarte.

En cambio, el fiscal se negó a "cuantificar en dinero" el costo de hacer la vista gorda. "No es este el momento, vamos a pedir una pericia contable para saber el monto de lo extraído porque no sólo se trata de horas extraordinarias, una de las modalidades es que tampoco se cumplían las horas ordinarias".

Cuando se le pidió que explique las maniobras, Hernández dijo que "eran horas extras que no se cumplían, se superponían con el servicio ordinario. Era como si estuvieran haciendo horas extras, cobraban por horas extras, pero en realidad era el servicio ordinario. Tenemos casos de policías que en 15 días trabajaron menos de 40 horas ordinarias y cumplieron 240 horas extras. Y en algunos casos, trabajaron 26 horas por día".

¿Es un caso de corrupción estructural?- preguntó Rosario/12.

‑Es un caso de corrupción bastante extendido en la Unidad Regional I -contestó Hernández. Y después aclaró que la pesquisa se puede ampliar porque "hay denuncias" de hechos similares en otros departamentos. "Muchos policías se pueden ver involucrados en una causa que va a llevar su tiempo". 

La investigación se inició en 2014 por un llamado anónimo al 0800 que "hablaba de estos desmanejos", reveló Hernández. Y reconoció "el trabajo que hizo un oficial de Policía, Ariel Catramis, de Asuntos Internos, que investiga desde hace tres años. Gracias a él es que conocemos este hecho y podemos llevar adelante la causa. Yo estoy sentado acá como fiscal porque es importante informar a la sociedad, pero el mérito es de este hombre", agregó.

Entonces, ¿la investigación no fue impulsada por el ministro Pullaro? -le planteó otro colega.

‑No. la investigación la hizo Catramis. Son muchas las personas investigadas. En un principio, el fiscal a cargo era (Sergio) Alvira y después (Roberto) Apullán "contestó. Apullán fue desplazado cuando descubrió el trato que Pullaro tenía con Rodríguez en el concurso de ascenso a directores generales de la Policía.

¿Puede ser que Rodríguez no supiera lo de las horas extras?

‑Lo que le atribuimos son documentos que tienen su propia firma y autorizan el pago de las horas extraordinarias (a sus asistentes) -concluyó Hernández.