Desde las 20.45 de mañana en Porto Alegre, Lanús comenzará a disputar su primera final de Copa Libertadores, el compromiso más importante en sus 102 años de historia. Su rival será nada menos que Gremio, que en su propio estadio Arena Do Gremio buscará aprovechar al máximo su localía de cara la revancha que se jugará la semana próxima en La Fortaleza. 

El encuentro de ida promete parejo y emotivo por las similares características de fútbol ofensivo de ambos conjuntos. Tal es así que el técnico de Lanús, Jorge Almirón, calificó a Gremio como “el equipo más argentinizado del fútbol brasileño, con jugadores que son guerreros”.

“Pueden ser lindos partidos finales, ambos conjuntos son de convertir muchos goles, como lo demostraron hasta ahora en esta Copa pese a algunos altibajos”, sostuvo Almirón.

Los números avalan la paridad de los dos conjuntos. Lanús fue primero en el Grupo 7 con 13 puntos al igual que Gremio en el Grupo 8, y en el total de las fases –semifinales incluidas–, los granates convirtieron 21 goles, recibiendo 9; mientras que los tricolores anotaron 22 tantos y también les marcaron 9. 

Incluso hasta son parejos en cuanto a sus figuras. En la ofensiva del equipo argentino se destacan Lautaro Acosta y José Sand, que son letales, como tan de temer son Luan y el argentino naturalizado paraguayo Lucas Barrios en el ataque de los brasileños.

En esta semejanza de estilos, por más análisis y precauciones que hayan tomado ambos conductores tácticos, los pequeños detalles pueden desequilibrar la balanza para uno u otro lado. Prevalecerá el que se muestre más concentrado y templado desde lo psicológico para establecer diferencias, como lo certificó Acosta: “Hay que hacer un partido inteligente para sacar un buen resultado de visitante”.

Esta manifestación fue formulada por el Laucha en rueda de prensa tras el entrenamiento del lunes en el estadio Beira-Rio, de Internacional, en Porto Alegre, ante periodistas brasileños que aún continúan sorprendidos por la clasificación de Lanús.

Una clasificación que tomó por sorpresa a todo el ambiente del Gremio y hasta al propio entrenador Renato “Gaúcho” Portaluppi, que días atrás reconoció que “esperaba jugar con River, al que se lo conoce más”.

“Por eso ahora será más complicado, ya que Lanús tendrá el plus que le otorga su hambre de gloria”, expresó el otrora punzante delantero de Gremio, Flamengo y la Roma, de Italia.

Por el lado de Almirón está todo definido para los primeros 90 minutos de esta final copera, salvo alguna decisión de último momento. Y por parte de Renato Portaluppi, extraoficialmente parece que también, aunque el entrenador local no confirmó nada y en los últimos entrenamientos los hizo a puertas cerradas. 

Lanús estará hoy cara a cara con lo más grandioso de su centenaria historia y contará en el propio Arena Do Gremio con un gran acompañamiento de unos 4.000 hinchas, que llegarán a Porto Alegre en tres vuelos charter, 35 micros y medio centenar de automóviles para no perderse el primer capítulo de esta gesta histórica del equipo de su barrio, “el más grande de Argentina”, como lo describió su presidente, Nicolás Russo.