Desde Roma

Comprender lo que está sucediendo en Siria, Irak o Libia donde el Estado islámico (EI) ha crecido y sigue creciendo y saber cómo mejor afrontar esta debacle del siglo XXI que no puede ser detenida sólo con bombardeos. Entender cuáles son las mejores medidas preventivas para los atentados y para manejar mejor el tema migratorio y la información terrorista difundida por Internet, son algunas de las preguntas que trataron de responder en dos días de debate el Grupo Especial Medio Oriente y Mediterráneo de parlamentarios de la OTAN (Organización del Atlántico Norte) reunidos esta semana en Roma.

De la reunión participaron 150 parlamentarios de 35 países  de la OTAN y asociados, entre ellos, aparte de los europeos y Estados Unidos, naciones como Argelia, Arabia Saudita, Bahréin, Egipto, Marruecos, Jordania, Georgia, Kuwait y Túnez. Para los europeos -pero no sólo para ellos porque también varios países árabes han sufrido ataques-, el tema terrorismo está en la primera página de su agenda, sobre todo teniendo en cuenta los cifras recientes de  los llamados “foreign fighters” (la gente que se desplaza de distintos países para ir a luchar con el Estado Islámico o EI) dadas a conocer por uno de los expertos de la conferencia. Según el diputado italiano Andrea Manciulli, historiador y experto en estos temas que fue elegido ayer  Presidente de la Asamblea Parlamentaria de la OTAN y que presentó el informe aprobado por esa asamblea, unos 30.000 ciudadanos extranjeros, provenientes de 50 naciones, han combatido en Siria y en Irak. La mayoría de estos combatientes provienen de países como Arabia Saudita, Marruecos y Jordania entre otros. Pero también se cuentan unos 3.000 europeos,  entre ellos 1.000 franceses, 500 ingleses y 400 belgas. Muchos de estos foreign fighters, se explicó, ahora que EI ha sufrido una importante derrota en Siria, se están desplazando a otros países para estimular grupos terroristas o para hacer atentados.  Se estima que entre el 10 y el 30% de ellos están volviendo a los propios países de origen.

“La derrota en Raqa (Siria) y Mosul (Irak) no ha sido la derrota definitiva del EI”, advirtió el primer ministro italiano Paolo Gentiloni hablando ante la asamblea. Al mismo tiempo llamó a la OTAN y a la Unión Europea a asumirse su parte de responsabilidad en materia de migraciones y de tráfico de seres humanos. “Si la OTAN no mira hacia el sur, no podrá entender ni resolver los problemas de hoy”, concluyó el premier, señalando además como pasos importantes “la consolidación de la estabilidad política en la zona de los Balcanes, en el norte de África y en Medio Oriente”. 

Inmigración, seguridad en general y terrorismo se han transformado en un desafío global, aseguraron los expertos, y como tal deben ser afrontados. Para eso es necesario no sólo comprender la situación socio-política-cultural de los países del sur de Europa sino el modo en que el EI ha evolucionado, se explicó. Su propaganda, por ejemplo, ya no es tan sanguinaria como al principio cuando mostraba cómo asesinaba a sus víctimas. Ahora esa propaganda es mucho más inteligente y actualizada en materia de uso de los medios de comunicación y de lo que ofrece Internet. El EI tiene una revista que publica online, una especie de agencia de noticias llamada Amaq News, y usa una red social como Telegram para ofrecer todo tipo de información para quien quiera preparar un atentado, hacer una bomba, etc. Y muchos jóvenes, desocupados, disconformes con su vida o con el ambiente donde viven, se alimentan de ello. En Italia, sin ir más lejos, esta semana fue arrestado un chico de 15 años, nacido en Italia pero de familia marroquí, que se había puesto en comunicación con estos portales y quería saber cómo hacer una bomba para ponerla  en un tren con un dron.

La inestabilidad política en el norte de África y en Medio Oriente es otro factor a considerar, ya que el EI aprovecha esas crisis para penetrar en el territorio. El caso de Libia tiene particularmente preocupados a los gobiernos europeos, en especial a Italia, cuyas costas de la isla de Lampedusa distan unos 100 kilómetros de Libia. El país norafricano tiene dos gobiernos actualmente  –uno de ellos reconocido por la ONU– y unas 30 tribus muy activas que disputan el territorio. Según el informe del diputado Manciulli, Libia es un país atractivo para el terrorismo por su posición estratégica, su reserva de petróleo, sus puertos, sus depósitos de armas y su permisividad con el contrabando.

Sobre el tema de las migraciones, la intervención del presidente del Senado Italiano, Pietro Grasso, apuntó contra ciertas tendencias políticas conservadoras europeas que aseguran que con los migrantes llegan los terroristas. En buena parte de los atentados ocurridos en Europa, dijo,  los terroristas “eran franceses o belgas, no habían llegado con los inmigrantes. Es una elucubración sin fundamento decir que con los inmigrantes llegan los terroristas”. Otra de las expositoras, la investigadora holandesa Frasje Molenaar, del Instituto Holandés para las Relaciones Internacionales, indicó que “el análisis de las migraciones está lleno de prejuicios, como si todos los migrantes africanos quisieran venir a vivir a Europa”. Según investigaciones realizadas por su centro, sólo el 30 por ciento de los que migran de África, se han embarcado hacia Europa, la mayoría prefiere quedarse en la región”.