Mientras puertas adentro de la Argentina avanza con una serie de reformas para bajar las jubilaciones, recortar los derechos de los trabajadores y profundizar el ajuste, Mauricio Macri  proclama hacia el mundo que su gran objetivo es reducir la pobreza. Lo hizo hoy, al asumir la presidencia pro tempore del G20, durante un acto en el que reivindicó las políticas puestas en marcha por su gobierno y llamó a las potencias mundiales a trabajar por un crecimiento inclusivo. La asunción de Macri al frente del G20 marca el comienzo de un período que tendrá su punto saliente en noviembre del año que viene, mes en el que Buenos Aires será escenario de la cumbre de presidentes de los países que integran el grupo.

La asunción de Macri al frente del G20 tuvo lugar en un acto que se desarrolló en el Centro Cultural Kirchner (CCK). Allí el Presidente anunció los tres ejes de trabajo que impulsará el país frente a las principales potencias económicas que integran el grupo serán "el futuro del trabajo, infraestructura para el desarrollo y el futuro alimentario”.

El año pasado, Alemania estuvo al frente del foro y en la última reunión celebrada de Hamburgo, manifestantes colgaron una bandera con la leyenda: “Presidente Macri, no venda nuestra Argentina”. El operativo de seguridad en el bajo porteño incluyó cortes de calle, el desvío del Metrobus y el cierre de la cabecera del subte B, en Leandro N. Alem.

El acto, que comenzó a las 11, contó con la presencia de gobernadores, ministros, miembros de la Corte Suprema, legisladores, embajadores de los países miembros del G20 e integrantes de las organizaciones internacionales que participan del foro. En su discurso, el Presidente dijo que su “gran meta” en la Argentina es “reducir la pobreza” y que ese eje guiará su trabajo al frente del grupo que reúne a las potencias mundiales, y como no podía ser de otra manera planteó la necesidad de “trabajar en equipo”. Explicó que por eso la consigna elegida para la cumbre que en 2018 se desarrollará en Buenos Aires es “Construyendo consenso para un desarrollo equitativo y sostenible” y abogó por el trabajo en procura de un “crecimiento con inclusión”.

La presidencia de Macri al frente del G20 terminará a fines del año próximo con una Cumbre de Líderes que convocará a todos los Jefes de Estado a una reunión plenaria en Buenos Aires.

Como parte del operativo de seguridad del acto que Macri encabezó hoy, la Secretaría de Transporte porteña dispuso cortes de calle, como en la avenida Leandro N. Alem, entre Lavalle y J. D. Perón, el desvío del Metrobus del Bajo y el cierre de la estación cabecera del subte B. El operativo anticipó lo que será la magnitud del blindaje que se dispondrá dentro de un año cuando en la ciudad coincidan los líderes mundiales.

Desde el viernes, y hasta diciembre del año que viene, en el país se realizarán reuniones ministeriales y técnicas entre representantes de los diferentes países que forman parte del grupo, como la de este jueves y viernes en Bariloche, donde el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, y el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, serán los anfitriones.

Con el fondo de la represión del sábado pasado a la comunidad mapuche Lafken Wilkun Mapu, en Villa Mascardi, el Ministerio de Seguridad montó allí  también un amplio operativo en la ciudad de San Carlos de Bariloche, con efectivos de la Gendarmería que custodiarán el hotel Llao Llao y las zonas aledañas donde se realizará el encuentro.  

Tras el escándalo de las filtraciones de los Paradise y Panamá Papers, donde varios funcionarios del gobierno y hasta el propio Presidente y su familia quedaron involucrados en los paraísos fiscales, el ex premier británico, Gordon Brown, lanzó una campaña internacional para pedirle a Macri, que como presidente del G20, “ilegalice” las cuentas offshore e “imponga sanciones y penas de prisión” a los evasores.