“¡Nos están cazando!”, gritaba Pablo D’Elía, megáfono en mano, en septiembre de 2022 frente a Tribunales. Estaba denunciando entonces que dos hombres desconocidos que conoció por Grindr lo habían intentado asesinar. Denunciaba además que lo mismo le había pasado al menos a otras 15 víctimas. La justicia, finalmente, condenó a los culpables en diciembre pasado. Pabló pasó dos años insistiendo para que le dieran la razón. Una porfiada.