Representantes del gobierno y la oposición de Venezuela reanudaron ayer la reunión iniciada ayer en la capital dominicana para buscar una salida a la crisis en el país, en un nuevo intento de diálogo que cuenta con la observación de varios cancilleres latinoamericanos. Las conversaciones, que se desarrollan a puerta cerrada en la sede de la Cancillería en Santo Domingo, tienen el auspicio del presidente dominicano, Danilo Medina, y del ex presidente del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero.

Antes del inicio de la segunda jornada de diálogo, el ministro venezolano de Comunicación y Cultura, Jorge Rodríguez, señaló que se avanzó “de manera determinante” en algunos puntos que ya estaban previamente establecidos en la agenda de seis puntos .En su anuncio, Rodríguez expresó: “Esperamos que la sesión de hoy transcurra en las mismas condiciones de discusión franca, de discusión fuerte, pero cordial entre los actores”. El dirigente chavista integra la delegación del gobierno venezolano junto a la presidenta de la oficialista Asamblea Nacional Constituyente (ANC), Delcy Rodríguez; el ministro de Educación, Elías Jaua, y el diplomático Roy Chaderton.

En contraste con el optimismo de Rodríguez, los representantes de la alianza de partidos de la oposición se mostraron más cautelosos. En la cuenta de Twitter de la alianza apareció el siguiente balance de la negociación: “Informamos al país que inicia segundo día de negociación. Ayer viernes se discutieron cuatro de los puntos y hoy sábado abordaremos los dos faltantes. Aún no hay acuerdos. Los puntos discutidos ayer viernes fueron: garantías electorales, canal humanitario, crisis económica y el colapso institucional. Al finalizar la jornada de este sábado informaremos al país”, prosiguió la MUD en su declaración a través de la red social.

Aunque algunos líderes antichavistas, como María Corina Machado y Antonio Ledezma, se oponen a estas negociaciones, la oposición decidió finalmente participar de la cita con la esperanza de lograr garantías electorales de cara a los comicios presidenciales previstos para 2018.

La delegación de la oposición, integrada por aquellos partidos con más diputados, está encabezada por el jefe del Parlamento, Julio Borges, y también están representados sectores económicos y de la sociedad civil.

Además, al encuentro asisten también los cancilleres de Chile y México, países observadores a pedido de la oposición, así como el canciller de Nicaragua, el ministro de Gobierno de Bolivia y el ministro de Finanzas de San Vicente y Granadinas, a instancia de Caracas.

Las principales demandas opositoras son la apertura de un canal humanitario para atender la escasez de alimentos y medicinas, la excarcelación de los denominados “presos políticos”, un cambio en la composición del Consejo Electoral y la restitución de unos poderes constitucionales de los que fue despojado el Congreso.

Mientras, el gobierno venezolano exige el reconocimiento de la Asamblea Constituyente, instalada con poderes plenipotenciarios después de la polémica elección del pasado 30 de julio, y “el cese inmediato de las agresiones económicas contra Venezuela”, dijo ayer a la prensa Rodríguez.

En Caracas, el presidente Nicolás Maduro saludó antenoche la “instalación del diálogo” y destacó la disposición de la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) de asistir a la reunión en Santo Domingo. 

“Se ha instalado el diálogo y vamos a ir a una consolidación de la paz y de la prosperidad”, dijo el mandatario en un acto oficial.

Las negociaciones para un nuevo diálogo comenzaron el pasado 13 de septiembre en Santo Domingo y después de que quedaran en el aire durante varias semanas, ambas partes se volvieron a reunir el pasado 16 de noviembre y acordaron este nuevo encuentro y los puntos de la agenda.