River volvió a caer en la Superliga, esta vez ante Gimnasia, que lo derrotó en La Plata por 2-1, con goles convertidos por Colazo y Alemán. El tanto del Millonario lo señaló Scocco de tiro libre.

El equipo de Marcelo Gallardo tenía la necesidad de mejorar la pálida imagen que había dejado en su caída ante Newell’s en el Monumental, que hizo decir a Ignacio Scocco que “si jugamos así podemos perder la final”. Esa final a la que hacía referencia el goleador rosarino es la de la Copa Argentina, que disputará el próximo sábado en Mendoza, ante Atlético Tucumán. Tomar confianza, volver a creer en lo que se hace, y de paso no dejar que siga creciendo la distancia en la tabla con Boca. Los objetivos de Gimnasia son bien distintos. Pasan por darle solidez a una identidad, a una idea que trajo Mariano Soso al comienzo del semestre, más ambiciosa, ofensiva, pero que hasta ahora no le reportó al Lobo los resultados que se esperaban.

Por jerarquía individual pero también por funcionamiento, en el arranque del cotejo el protagonismo fue de la visita. Los volantes de River cortaban bien arriba los intentos de salida limpia de los defensores locales,y cada vez que se hacían de la pelota no se entretenían para profundizar. Gimnasia apostaba todo a los pies de Alemán. El volante fue el constructor del juego, sobre todo a parir de envíos aéreos que buscaban la cabeza de sus compañeros dentro del área delanteros. Así fabricó el Lobo su opción más clara, tras un centro de Rinaudo que conectó Alderete en el segundo palo. El otro encuentro cercano con el gol del local fue un remate de Oreja.

Con esas búsquedas, Gimnasia consiguió dividir el desarrollo. Sin embargo, Martin Arias debió revolcarse un par de veces para conservar el cero en su arco. Primero ante un remate de larga distancia de De la Cruz, después frente a un cabezazo de Saracchi y por último por un remate de derecha de Casco. No hubo caso. La etapa inicial terminó sin que pudieran marcar diferencias.

El inicio del complemento fue una ráfaga ofensiva del Lobo. A través de un remate desde la izquierda de Licht que salió pegado al palo izquierdo de Bologna. En la jugada siguiente, mediante Colazo, que le pegó mordido y desaprovechó la llegada. Ese buen momento se coronó con el gol de Gimnasia. Dibble peleó la pelota con Casco en el mediocampo, se la ganó y salió despedido hasta Bologna. Lo miró y le dio de derecha. El arquero tapó el remate, pero la pelota derivó hacia Colazo, quien había acompañado todo el contragolpe y definió de zurda para poner el 1-0.

En desventaja, Gallardo rompió el doble cinco de marca. Se fue Rossi e ingresó Gonzalo Martínez. El Muñeco quería encontrar precisión en el último toque para que Scocco y Borré tuvieran más chances ante una defensa que se superpoblaba con el correr de los minutos. El que busca encuentra, dice el refrán, y esa postura premió a River, que consiguió la igualdad con un precioso tiro libre ejecutado por Scocco. Fue por más el Millonario, arriesgó y se quedó sin nada por obra y gracias de un golazo de Alemán en tiempo de descuento.