Con una durísima carta el recientemente reelecto Consejo Integral de la Asociación Argentina de Actores (AAA) le respondió ayer a Luis Brandoni, luego de que el actor hiciera pública su renuncia al sindicato por no sentirse “representado por los afiliados dirigentes de la institución”, a la que irónicamente llamó “Asociación Kirchnerista de Actores”. En la réplica, los actores admiten que “es imposible conformar a todos, todo el tiempo”, pero que eso “no es un problema insalvable si sucede en una entidad como la nuestra, con alta calidad democrática”. “Sorprende que con un discurso de exigencia democrática se intente deslegitimar a la conducción de nuestro sindicato acusándola de estar ligada a un partido político, simplificando sesgadamente lo que debería ser el verdadero debate: qué sindicato de actores quiere Brandoni. Quizá, si no tuviera el desprecio democrático que manifiesta en la realidad, podría haberse presentado con una propuesta en las recientes elecciones del sindicato y plebiscitarla”, dispararon desde la AAA.

Los enfrentamientos de Brandoni con el sindicato del que él mismo fue secretario general (desde noviembre de 1972 a diciembre de 1983, y entre noviembre de 1996 y diciembre de 1997) ciertamente no son nuevos, como explicitan ambas partes en sus comunicados. Uno de los episodios más recordados de esa disputa se dio el año pasado, y tuvo que ver con la Ley del Actor, acaso una de las más altas banderas del sindicato, que el protagonista de Esperando la carroza pasó de describir como “un proyecto que vale la pena, muy interesante” (en septiembre de 2015) a “un acto de campaña kirchnerista que nadie estudió seriamente” (en enero de 2016). 

“¿Qué sería ser la Asociación Kirchnerista de Actores para Brandoni? ¿Haber festejado recuperar las paritarias como marco de discusión para la recomposición de nuestros salarios? ¿No haber cerrado nunca una paritaria de ninguna de las ramas a la baja? ¿Expresarnos a favor de los Derechos Humanos y no pensar que son un curro? ¿Sostener que los Detenidos Desaparecidos son 30 mil y repudiar los dichos y actitudes negacionistas? ¿Preocuparnos por la represión de la protesta social?”, destacó el comunicado, que siguió con una larga enumeración de ejemplos: “¿Será trabajar incansablemente para tener más y mejores convenios colectivos de trabajo? ¿Haber luchado y conseguido que se sancione la Ley del Actor que posibilita la jubilación de nuestros trabajadores, la misma que él dijo no haber leído y que no iba a leerla pero a la que se oponía?” 

El propio comunicado de AAA recordó la labor de Brandoni al frente del sindicato durante una dictadura cívico-militar tan violenta, que incluso dejó el número de 28 actores desaparecidos y otros tantos que fueron prohibidos y debieron exiliarse. Pero lo hizo de una manera crítica, a tono con todo el documento. “De qué valen los ideales setentistas de su primer mandato como Secretario General, promoviendo y generando los Convenios Colectivos de Trabajo de nuestra actividad que nos rigen hasta hoy, si en el paso por la función pública como legislador de extracción sindical, con su actitud, borró con el codo lo que escribió con la mano. De qué vale la resistencia a la dictadura si después, en democracia, se actúa siendo funcional”, dispararon los dirigentes, que le recordaron a Brandoni que siendo diputado nacional por la Alianza, votó “la tristemente célebre ley Banelco”, de flexibilización laboral.