Este 17 de marzo se cumplirán dos meses de la desaparición de Rosmery Aramayo Torres en Salvador Mazza. Ahora un policía declaró que fue testigo de la confesión que el marido de la mujer, José Eduardo Miranda, le hizo ya estando detenido al hijo de 21 años: "Como tu mamá no sabe nadar le metí un empujón" para que cayera a las aguas del río Pilcomayo, en la zona conocida como Pozo La Yegua, le dijo.

"La Procuración ha decidido armar una unidad fiscal, en la cual estamos trabajando los tres fiscales. Intervinimos en la causa el fiscal Rafael Medina, el doctor Pablo Cabot y mi persona. Los tres fiscales estamos formando parte de esta unidad y estamos siguiendo todas las líneas de investigaciones posibles para dar con el paradero de Rosmery", dijo el fiscal Gonzalo Vega en una entrevista al medio local VideoTar.

José Eduardo Miranda, de 51 años, sigue detenido como el principal sospechoso tras su desaparición y está imputado por homicidio calificado por el vínculo y por mediar violencia de género (femicidio).

El hijo de la pareja, José Alfredo Miranda, de 21 años de edad, también había sido detenido después e imputado por el mismo delito que el padre pero "en grado de partícipe primario". Sin embargo, el Ministerio Público Fiscal confirmó a Salta/12 que ya fue liberado con medidas sustitutivas y sigue imputado.

La confesión 

El policía testigo declaró el 28 de febrero. Este diario pudo verificar que dijo que en una fecha que no recuerda pero que figura en un informe, fue testigo de una confesión que hizo José Eduardo Miranda estando ya detenido en la comisaría de Salvador Mazza. Explicó que en ese momento, el hijo de la pareja (José Eduardo Miranda y Rosmery Aramayo), José Alfredo Miranda, le había llevado el desayuno. También indicó, como datos que aportan a la credibilidad de sus dichos, que ese día habían sacado de la celda a Miranda padre para hacerle las fichas dactilares.

"José Eduardo le dice al hijo que sí iba a avisar donde estaba la mujer, solo a mí y a su hijo, no frente a los otros policías. Yo a él lo conozco porque él me hizo una vez el servis de una moto, nada más", relató el policía. "De ahí fuimos al fondo de la comisaría, José Eduardo, su hijo y yo. Ahí escuché que Eduardo le dice a José Alfredo: 'me mandé la cagada, no sabés, como tu mamá me maltrataba a mí, te maltrataba a vos, hijo'. Entonces ahí le dijo que la llevó a la entrada de Pozo La Yegua hasta el río y 'como tu mamá no sabe nadar le metí un empujón'", declaró el efectivo policial.

El policía afirmó que en ese momento, padre e hijo "se largaron a llorar los dos, se abrazaron". También escuchó que José Eduardo le dijo a José Alfredo: "vos no te preocupés, hijo, porque vos sabes dónde está la plata, andá sacando de a poco para vos y para tu hermanito".

El efectivo policial indicó que después de escuchar esa confesión, fue a contarle todo al jefe de la comisaría, Leonel Flores. Luego fueron a los rastrillajes a Pozo La Yegua, junto a otros policías.

Rastrillajes sin hallazgos

El fiscal Vega recordó que vienen realizando diversos rastrillajes en Pozo La Yegua. También rastrillaron la zona camino a Rancho El Ñato. "En esa oportunidad se pudo detectar que había una laguna, en mitad del camino, en un puesto abandonado que se llama El Chivil", indicó.

El sábado 8 de marzo "se dispuso temprano una comisión en la cual participó el grupo de investigaciones GAP (Graves Atentados contra las Personas) junto con todo el personal de bomberos, que colaboró con logística y con medios y distintos elementos para hacer la búsqueda de la laguna (...). Se hizo todo el rastrillaje con todos los elementos necesarios, no dió resultado positivo, pero se pudo evacuar la duda de que tal vez podría haber estado en esa laguna", sostuvo el fiscal.

Los efectivos policiales del GAP siguieron haciendo entrevistas e investigando en el camino a Rancho El Ñato. "Incluso, el personal se apostó en distintos puestos hasta Santa Victoria, Santa María (...) Así, rodeando todo el circuito y las zonas aledañas para ver si habían visto la camioneta (del marido) o habían visto a Rosmery", indicó Vega.

La fiscalía también solicitó al Ministerio de Seguridad de la Nación que se establezca una recompensa para quien aporte datos que puedan ayudar a encontrar a la comerciante desaparecida el 17 de enero. "Ya está con un dictamen aprobado, así que estamos esperando ya la resolución ministerial para saber de cuánto es el monto para poder publicitarlo, para que cualquiera que sepa un dato fidedigno de dónde estaría Rosmery o si vieron la camioneta o algún dato que nos pueda servir, para que tengan una recompensa por los datos aportados", sostuvo.

Un niño con la familia del femicida

Pese al contexto de extrema violencia en el que Rosmery permanece desaparecida, su hijo pequeño de 8 años de edad, no fue entregado a la familia materna sino que quedó bajo la guarda de la familiares de la línea paterna, no directos.

Salta/12 pudo saber que el niño quedó a cargo de una sobrina del acusado José Eduardo Miranda, y de su marido.

La Asesoría General de Incapaces informó que el Juzgado de Violencia Familiar y de Género de Tartagal dictaminó que el niño quede bajo el cuidado de los familiares del progenitor.