Cuando Beatriz Blanco se desplomó después de recibir un golpe en la cabeza de parte de un agente de la Policía Federal en la movilización de los jubilados del 12 de marzo, a otro efectivo de esa fuerza que estaba en el lugar no le quedó otra opción que pedir una ambulancia y labrar un acta de lo ocurrido para reportar a la fiscalía de flagrancia de la Ciudad de Buenos Aires. El uniformado, sin embargo, hizo un informe donde se ahorró la mayor cantidad de detalles posible, pese a que las reglas procesales le exigen individualizar a los culpase encontraba tirada en el suelo una señora de 87 años de edad, de nombre Beatriz Blanco