La patada al tablero comercial del mundo que le propinó Donald Trump con la suba arancelaria generalizada en las importaciones estadounidenses tendrá, de manera inevitable, su impacto en la agroexportación, la actividad puntal de la economía con base en la región Rosario y su cordón industrial. Pero por estas horas, el escenario es de expectativa. Calma chicha, dirían antaño.
Como Estados Unidos todavía no estableció la letra chica de la decisión que su presidente anunció la semana pasada, los movimientos en los mercados todavía son leves, aunque estas turbulencias no suelen favorecer el precio de commodities, tal la principal producción argentina, cuyo 80 por ciento sale de los puertos de santafesinos.
La cotización de la soja en la plaza local ha bajado un par de dólares la tonelada, pero no tanto como en la rueda de Chicago. El analista financiero Federico Fiscella observa que por ahora el precio del poroto aquí se desconectó de lo que ocurre en el mercado norteamericano.
"La imposición del arancel terminó ensuciando un poco esa comparación global del precio de la soja de acuerdo al mercado que se mire. Pero creo que es un primer impacto, nada más. En Chicago bajó 25 dólares por tonelada y acá algo más de 2 dólares. Creo que acá están viendo hasta dónde puede escalar esto en materia de precios. Pero está claro que esto frena la economía global y redunda en una caída del precio de los commodities, sea soja o petróleo. La perspectiva no es buena. Lo peor que se le puede agregar a este sector es volatilidad cambiaria. La liquidación (de soja) venía muy baja en marzo, queda todavía mucho grano sin vender incluso, sin precio. Y es porque todos están mirando a ver qué pasa", evaluó.
Un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario fechado el viernes reflejó que "la soja comenzó a caer desde el anuncio de la medida de Trump. En los días previos la oleaginosa se había fortalecido tras conocerse que grupos de empresas petroleras y de biocombustible se habían reunido con el gobierno para analizar un posible aumento del corte obligatorio. Esto impulsó fuerte el precio del aceite de soja, que arrastró al poroto". Pero luego –añadió el análisis bursátil– los precios disponibles terminaron de ajustar fuertemente a la baja, en parte por las fuertes caídas en Chicago y en parte por el incipiente avance de la cosecha. En este sentido, los abiertos pasaron de $340.000 por tonelada a los $305.000/t en dos ruedas".
Por todo esto, Fiscella vuelve a encontrar condiciones para que otra vez el campo retenga la cosecha todo lo que pueda, a la espera de un panorama más claro, o acaso la devaluación que se percibe en el aire. "Se van a sentar arriba de la soja porque es lo que más saben hacer, lo que los deja seguros: guardar mercadería y esperar a ver qué pasa. Con la volatilidad del tipo de cambio –porque la soja está baja pero si hay una devaluación a $1800 cobran mucha más plata– y el propio valor de la soja todo indica que van a retener todo lo que puedan. Volatilidad cambiaria y bajo precio derivan en retención de la producción", auguró.
La Bolsa de Comercio de Rosario emitió el viernes un documento que preludió este clima incierto. "En el mercado continúa dominando la incertidumbre, en primer lugar, por sobre cómo serán aplicados los aranceles anunciados. No está claro si estas nuevas alícuotas correspondientes a gravámenes recíprocos serán sumadas a las tarifas que los EE.UU. ya aplican a determinados productos, tampoco está claro que sucederá con las cuotas preferenciales de exportación, como la que Argentina posee para cortes vacunos frescos, refrigerados y congelados sin hueso que contempla un volumen de cerca de 20.000 toneladas libre de aranceles", indicó la entidad al referir el negocio cárnico.
Vale decir que, igual que para toda Sudamérica, Argentina quedaría alcanzada por los aranceles iniciales del 10% que anunció Trump. Y eso afecta no solo las exportaciones de carne o de granos, también otras como el acero y el aluminio.
Fiscella advierte, además, que está comenzando una cosecha gruesa que pinta provechosa, y todavía quedan en los silobolsas quizás el 10 por ciento de la cosecha pasada que no se vendió. A la par, Brasil está cosechando y también con buenos rindes, pero con problemas cambiarios que anteayer obligaron al presidente Lula a realizar una mini devaluación. "Esto afecta mucho la competencia sudamericana por ver quién coloca más y mejor el producto ante la demanda externa", consideró el analista.
Es que enfrente aguarda China. El principal consumidor y cliente del poroto y sus derivados también desensilla hasta que aclare y, acaso, se prepara para esta guerra comercial que disparó Trump. "Si hay una desaceleración global, eso impacta también en las cantidades que China vaya a comprar. Es de esperar entonces que la demanda china afloje y esta desaceleración de la economía a nivel planetario haga caer los precios de los commodities en general", razonó Fiscella ante la consulta de Rosario/12.
A tono con los pronósticos que predominan en el mundo financiero y empresario, Fiscella concluye en que "la devaluación es inexorable. La salvaría una gran gestión política y que avance la negociación con el FMI... pero la hicieron salir a la directora (Kristalina Giorgieva) a que diga cuánta plata daría... ayer salió a hablar el directorio del Fondo, y la verdad es que no están tan de acuerdo con lo que deba hacer Argentina, si no tiene que devaluar antes de que nos den el anticipo del préstamo", desconfió.
Fiscella repara en la lógica fría del juego financiero planetario. "Hubo mucha venta de humo (desde el gobierno), intentaron calmar al mercado con gestos en medio de una corrida y todos saben que no tienen dólares. Esto genera (en los capitales financieros) el desarme de riesgo, ni siquiera piensan que Argentina esté mal, se van porque sus posiciones superan los umbrales de riesgo y entonces están obligados a desarmar e irse. Este juego es conservador, risk off, riesgo fuera y hoy prácticamente toda Argentina es un activo de riesgo", explicó.
Con este retroceso de los commodities, también recula el precio del petróleo y puede costarle a la gestión Milei / Caputo algo más caro que una retención de los sojeros. "Se pueden frenar las inversiones, cortarse el proyecto Vaca Muerta porque la ecuación energética no resulte. El mercado, apenas empiece a ver que el precio no da para que vengan esas inversiones, se lo van a ejecutar a Milei en cotización del dólar, en riesgo país. Hasta ahora la idea era 'vamos a pedir plata y en algún momento Vaca Muerta nos va a levantar y vamos a revertir la ecuación'. Pero con este precio del petróleo es dudoso. En una guerra comercial, se consume menos petróleo, y también se vende menos soja".