La reforma constitucional es una ocasión de “tener una Constitución mejor”, pero con el riesgo de que, según quienes la definan, “puede derivar en una Constitución peor”, según advierte Roberto Sukerman, desde su experiencia de especialista en derecho constitucional y ahora candidato a convencional y precandidato a concejal, esta vez por afuera del peronismo.
Partido PAIS, el sello que lo tendrá este domingo como postulante a la Asamblea Constituyente, junto con María Esmeralda Videla y Fernanda Gigliani; y la lista Podemos Vivir Mejor para el Concejo, secundado por María Eugenia Guzmán y Luciano D'Angelo.
Sukerman hizo un parteaguas en la oferta electoral de este domingo. “Hay listas que no explican su propuesta, y de esa manera le hacen el juego a Pullaro. De acuerdo: Pullaro solo quiere su reelección, pero ¿vos qué querés? Si no lo decís, sos más de lo mismo. Por eso nosotros hicimos una campaña exponiendo los 60 compromisos de un proyecto político, para una Constitución y una provincia mejor”, afirmó.
“Hay que tener en claro que si ganan determinadas ideas podemos tener una Constitución peor que la que tenemos. Tengo la sensación de que el gobernador, por el clima de época, exagera todo, y dice ‘no queremos una Constitución garantista’. Bueno… entonces quemémosla porque para eso es una Constitución. Es para garantizar derechos. Todas las cartas magnas del mundo empiezan así: primero, derechos y garantías, de eso se trata”, observó para salir al cruce del estilo discursivo que adoptó Maximiliano Pullaro, acorde al tono que impuso Javier Milei y La Libertad Avanza.
Constitucionalista, y con paso parlamentario y como ministro de Trabajo, Sukerman repara en que la Constitución a reformar adolece de avances en materia de legislación laboral. “Tratemos de poner lo que no está. No está mal lo que ya hay, pero hay cuestiones centrales. Los comités mixtos funcionan bien aunque la ley no se aplica como debería. Cuando fui ministro de Trabajo reivindicaba ese espacio para el diálogo entre trabajadores y empresarios. Entonces hay que incluirlo con letra constitucional, como también la seguridad e higiene laboral”, apuntó.
Sukerman insiste con sincerar el debate. “La Constitución puede avanzar en materia de derechos, de instalar pisos de una provincia mejor, pero sin mentir. No como hace La Libertad Avanza, que propone eliminar el Senado y no se puede, como si yo diría de revivir los artículos que Milei derogó con el DNU de la ley de Contratos de Trabajo. No se puede porque es una competencia nacional, como la penalización del aborto. Pero la policía del trabajo sí es competencia provincial, y eso sí puede mejorar la registración laboral, acabar con la informalidad”, planteó.
Ha sido concejal, pugnó por la intendencia de Rosario, siempre desde el justicialismo, pero en el presente distingue variables que ameritan atender. “La historia del peronismo –dijo Sukerman– es la historia de la defensa de los derechos de trabajadores en relación de dependencia. Pero el mundo cambió: tenemos un porcentaje muy importante de trabajadores en relación de dependencia que hay que formalizar para que tengan obra social, jubilación, derechos”.
“Pero además –sopesó– hay un montón de trabajadores que son monotributistas o ni siquiera eso, desde el cartonero, la mujer que cocina en la casa, la artesana, el plomero, el instalador de aire acondicionado, los de la economía de las aplicaciones. Todas esas personas no tienen aportes, ni ART, ni obra social. Hay que formalizar ese universo, y esas personas deben saber que tenemos proyectos para ellos”, postuló para el debate reformista.
Sukerman señaló que “el peronismo hoy no le habla a ese sujeto social, a todas las personas que se levantan a la mañana a ganarse el mango. Es también la pyme y la micropyme, el que tiene un pequeño comercio, a esa persona también le cuesta registrar a sus trabajadores aunque quiera, no hablo de un garca que pasea en Europa y no paga las cargas sociales”, distinguió. En consecuencia, remarcó que la Carta Magna debiera establecer “una política de estado para que esos empleadores puedan registrar a sus trabajadores”.
Definió que una Constitución “es un proyecto de provincia a futuro”, y por lo tanto “ahora es una ocasión de pensar qué Santa Fe queremos, generar un texto con más derechos y que sean exigibles”. De acuerdo con ello, anticipó su idea de proponer “un Código Procesal Constitucional que sirva para exigir el cumplimiento de derechos. Por otro lado, limitar al poder y hacer un Estado eficiente, con controles entre los distintos poderes y control ciudadano”, abundó.
Entre otros mecanismos sugeridos, Sukerman piensa en el deber de los ministros del Ejecutivo de concurrir semanalmente a Legislatura, y sostener un diálogo permanente con diputados y senadores. “Eso enriquecería la gestión de gobierno, incluso”, avaló.
“Ojalá podamos generar un debate de altura”, anheló el candidato, uno de los pocos constitucionalistas en la boleta única. “Uno puede encontrarse con personas que saben de derecho constitucional, como (el diputado libertario) Nicolás Mayoraz, pero es de La Libertad Avanza, y no va a debatir para dar más derechos, al contrario: los querrá sacar porque defiende la política de Milei. Lo mismo que Juan Pedro Aleart, viene a quitar derechos a los trabajadores, a los jubilados, a destruir la industria”, advirtió.
Plantea que la Constitución debe dejar sentado que las empresas de servicios son estatales sí o sí, y desterrar los vientos privatizadores que soplan de tanto en tanto. “Excepto las cooperativas eléctricas y de agua que hay en varias localidades, o el transporte de pasajeros, que puede ser concesionado –distinguió–. Pero lo demás no: el agua y la energía son derechos humanos, deben permanecer en el Estado. Se llenaron la boca que Aerolíneas daba pérdida y había que venderla, mentira que daba pérdida. Ahora no porque la administra Milei. Un verso. Lo mismo con YPF y que hoy es una empresa estratégica”.
En su carpeta de propuestas se cuentan la de crear un banco público, “como el que perdimos en los '90, porque quiero créditos para vivienda, para emprendedores, para industriales. Córdoba, Buenos Aires lo tienen”, indicó. “El otro día Pullaro en Expoagro anunció subsidio de créditos para compra de maquinaria agrícola, a través del Banco Nación. Si hubiera un banco provincial, sería más accesible”, comparó.
En otro orden, apuntó la necesidad de que la letra constitucional establezca obligaciones de generar desarrollo igualitario. “Acá en un kilómetro a la redonda tenemos 10 terapias intensivas y 10 unidades coronarias. En Vera, donde Perotti hizo la terapia intensiva que no había, resulta que no existe aún porque Pullaro no la puso en funcionamiento, y los pacientes deben trasladarse a Reconquista o Resistencia. En 9 de Julio hay que hacer 100 kilómetros para encontrar un cajero automático. Los conurbanos: Villa Gobernador Gálvez merece una reparación histórica. Es decir, hay que igualar condiciones para para que cada uno tenga las mismas oportunidades de poder desarrollarse en su lugar”, planteó.