Los sindicatos coinciden en que el paro fue contundente, con alto acatamiento, a pesar de que los choferes nucleados en la UTA decidieron no adherir. Aún así, manifiestan pocas expectativas de que el Gobierno de Javier Milei cambie de actitud y se ponga al frente de la defensa del trabajo argentino.
Referentes de distintos sindicatos vinculados a la industria asentada en la provincia de Buenos Aires sostienen que el mensaje del paro fue claro: paritarias libres para defender el salario y mejoras urgentes en los haberes jubilatorios. A estos dos reclamos generalizados, en el sector industrial se suma la preocupación por la guerra comercial desatada por el presidente estadounidense Donald Trump.
En un contexto en el que los gobiernos se ponen a la cabeza de la defensa del empleo en sus respectivos países, la única intervención pública de Milei al respecto fue para reiterar su alineamiento y rendición incondicional con la potencia declinante. Como en los noventa, los sindicatos ven poca capacidad del Gobierno para registrar la realidad.
El sector del calzado es otro muy golpeado. El cierre de la histórica planta Dass, en Coronel Suárez, en enero pasado, fue el más resonante, pero no el único. Dass, subsidiaria de Adidas, era el principal empleador del distrito. La planta, construida por Gatic, el primer licenciatario de Adidas en el país, tenía más de cuarenta años.
"El paro en nuestro sector tuvo altísimo acatamiento. La explicación es sencilla, el sector está muy mal, en el subsuelo. Este gobierno no tiene ministro de Producción, no hablan de industria, es un gobierno de financistas. Si no reaccionan ahora, será después del cachetazo electoral", explica el secretario general de la Unión de Trabajadores de la Industria del Calzado (Uticra).
El calzado concentra alrededor de 15 mil empleos directos, de los cuales las tres cuartas partes están radicadas en territorio bonaerense. Mientras que los fabricantes de calzado de cuero, tradicional, se concentran en La Matanza, las plantas de calzado deportivo resisten como pueden en localidades más pequeñas y alejadas, como Chivilcoy o Las Flores. Se trata de un sector con alto nivel de informalidad.
La semana pasada hubo un reunión en la comisión de Pymes de la Cámara de Diputados, que preside la socialista Mónica Fein. "Todos los sectores plantearon un escenario similar. El problema es que el gobierno no escucha, no entiende, no negocia. El único con el que se podía hablar algo, Guillermo Francos, está cada día más desdibujado", dice al respecto.
"Nosotros en 2023 acompañamos un proyecto de la diputada Constanza Alonso, trabajadores y empresarios, todos juntos para desarrollar el sector. Lamentablemente, el senado no llegó a sancionarla. Pero todavía tiene estado parlamentario. Habría que buscar la forma de reflotarla", concluye.
En la construcción, el acatamiento superó el noventa y cinco por ciento, pero en la regional Avellaneda- Lanús, que conduce Héctor Villagra fue aún más cercano al cien. "El gobierno nos dice que el paro es político y tiene razón, porque la CGT discute política, política económica, empleo y desarrollo. Este plan, así, no le sirve a nadie: ni al laburante ni al jubilado, ni al estudiante ni al empresario".
El sector fue el primero castigado por la motosierra, ya que Milei ni siquiera pagó los últimos certificados de obra que dejó la gestión de Alberto Fernández y la obra pública lleva quince meses parada. Por este motivo, Villagra cree que las empresas que producen insumos para la construcción (hierros, cemento, morteros), trabajan a menos del 25 por ciento de su capacidad.
Villagra es categórico: "los trabajadores están muy enojados porque hay mucha, demasiada gente, pasándola mal. Otros, además del enojo, sienten decepción, porque le creyeron, lo votaron y esperaban otra cosa. A mi me lo confiesan, muchos laburantes votaron a Milei por el fracaso del anterior gobierno".
"El paro fue total en los dos puertos, Mar del Plata y Necochea. La gente tiene mucha bronca, porque la paritaria no avanza y porque los empresarios, ante la pérdida de rentabilidad por las decisiones del gobierno, en vez de ir a pelearlas, quieren bajarnos los sueldos", dice Daniel Flores, titular del Sindicato del Sindicato de Conductores Navales (Siconara)
La pérdida de rentabilidad a la que se refiere Flores se debe a un cúmulo de factores, desde el peso creciente del combustible en la estructura de costos y la pérdida de competitividad por el dólar artificialmente barato al aumento de las alícuotas de derechos de pesca establecido por el ministro Federico Sturzenegger, que las llevó de 0,15 a 2,5 en algunas especies.
Esa medida detonó una serie de tensiones al interior del sector que siguen sin solución. "No hay interlocutor, no hay un solo funcionario que entienda la dinámica del sector no muestre algún interés ", explica Flores.
Cómo destacaron varios dirigentes, ni la producción ni el trabajo tenían lugar en los discursos de Milei candidato y tampoco lo tienen ahora en su agenda de gestión, íntegramente tomada por la cuestión financiera.
En este contexto, cobra valor premonitorio un fragmento de la entrevista que Javier Milei, todavía candidato, le dio al peruano Jaime Bayly, en el que se refería a los "empresarios prebendarios" y la "cámara de la corrupción". "Conmigo van a tener que competir o van a la quiebra", dijo en esa ocasión.
Crisis generalizda
La actividad molinera, íntimamente vinculada a la producción de granos, venía de experimentar un fuerte crecimiento en los años posteriores a la pandemia, con la expectativa de generar 30 mil empleos directos, distribuidos en toda la zona núcleo que conforman Buenos Aires, Sante Fe y Córdoba.
Ahora, en cambio, es una de las que sufre el modelo de Milei. Por un lado, muchos productores sembraron esta campaña superficies menores, tentados por las altas tasas del carry trade, frente a una expectativa de rentabilidad muy escasa por el dólar artificialmente bajo. La libre importación de alimentos, entre ellos panificados y otros derivados de la harina, termina de completar el cuadro, que explica el conflicto en torno al cierre del molino bahiense Bajo Hondo.
Días pasados, la terminal nipona Nissan anunció que la producción de su pick up Frontier se va de Córdoba. Desde mediados de 2023, Mercedes Benz tiene en venta su planta de Virrey del Pino. El paro en el sector también fue total y SMATA aportó una nutrida columna al congreso el miércoles.