Un puente entre artistas, públicos y escenas. Ese es uno de los desafíos de los Premios Tango Siglo XXI, una iniciativa que reconoció lo más destacado de la producción discográfica tanguera de 2024 y que tuvo su primera edición el miércoles en el Centro Cultural de la Cooperación. A través del voto de 75 periodistas especializados de todo el país, entre los ganadores estuvieron Lidia Borda, Tango Bardo, Sexteto Fantasma, Narcotango y Noelia Sinkunas, quien ganó en las dos categorías en las que competía (Disco solista instrumental y Grupo de Cámara Instrumental). “Estos premios pueden ser una fotografía de una parte del presente del tango. Hay algo que también queremos hacer y es iluminar algunas zonas que el periodismo tanguero no siempre percibe”, explica el periodista Andrés Valenzuela, uno de los impulsores de la iniciativa.
“Por eso dos de los premios estuvieron dedicados en esa dirección: uno a una institución educativa que enseña historia del tango para bailarines y DJs, el Centro de Estudios del Tango de Buenos Aires (CETBA); y el otro fue para una bailarina que cambió el modo en que entendemos las milongas, Mariana Docampo”, precisa Valenzuela. “Porque nos parece importante que los colegas que escriben sobre tango se den cuenta que eso también forma parte del tango del presente. Hoy las milongas no son iguales que hace treinta años gracias a que existe todo un movimiento que es el del tango queer, al que reconocimos en la figura de Docampo”.
Además de les ganadores de las doce categorías, la organización otorgó un reconocimiento a la trayectoria al bandoneonista Víctor Lavallén, también padrino del galardón. “Los premios son importantísimos, especialmente para la gente nueva. Nosotros hicimos una época que ya pasó, pero lo importante es que la gente nueva haga cosas, soy redundante, nuevas. Espero que esto siga por muchos años”, celebró Lavallén ante una sala colmada del CCC. “Realmente me parece indispensable que haya surgido este Premio porque en el marco de otras premiaciones, a pesar de llevar el nombre de Gardel, el tango siempre está relegado al último escalón. Y es de una injusticia tremenda”, sostuvo Borda luego de recibir su premio a mejor Disco Cantora por La noche. “El tango es el tango y nosotros somos eso. Somos fundamentalmente tango y folklore, y después eso se abre a otras músicas”, completó en el encuentro que tuvo a Marina Combis como coconductora.
Por otra parte, Narcotango se llevó el premio a Mejor Disco Tango Electrónico por Anarcolonga; Gisela Magri fue distinguida en la categoría EP Obras Originales por Tangotrópikas; Hernán Jacinto Trío ganó en el rubro Tango Fusión por Gardel; el grupo Astillero se coronó en Tango Nuevas Tendencias por Noche random y Ramiro Boero Orquesta fue galardonada en la categoría Disco Orquesta Instrumental por Neotípico, entre otros ganadores. “Había un consenso en general entre los colegas: el tango estaba siempre insuficientemente cubierto por cualquier otro tipo de premios. Y además invisibilizado”, contextualiza Valenzuela. “Hay un caso paradigmático: en los últimos Grammy Latinos todos los medios hablaban de 'siete argentinos nominados' cuando en realidad eran doce, porque justamente faltaba la categoría de tango, que se entrega todos los años en esos premios y que todos los medios insisten sistemáticamente en ignorar”.
“Una iniciativa de este estilo permite poner en relieve distintos aspectos del tango. Primero porque el tango también está atomizado”, precisa el periodista especializado. “Siempre digo que el tango es como un archipiélago, como un conjunto de islitas repartida por estilos, corrientes y actividades. El tango no es solo música, también es danza y poesía. Para algunos también es una forma de vivir o hacer cultura. Por eso está el universo audiovisual o la producción gráfica en torno a lo tanguero”, amplía. “Si bien nosotros nos concentramos en la producción discográfica, porque es lo más fácil de medir -son 107 discos y EPs que fueron evaluados por el jurado-, también de algún modo es hacer un llamado de atención a editores y programadores musicales de radio y televisión, que se están perdiendo algo. Esto puede sintonizar muy bien con sus audiencias porque el tango de hoy no es una reproducción del de los '40 con mejor sonido de grabación, sino que es un tango que habla de lo que está sucediendo ahora: hay un movimiento de tango feminista enorme y uno de tango social que también habla de nuestro presente”.
"¿Por qué organizamos estos premios? Porque las producciones tangueras actuales son de gran calidad, creativas, conmovedoras, pero nuestros/as artistas empujan del carro muy en soledad, de manera autogestiva, y en la mayoría de los casos no logran romper 'el techo de cristal' de las milongas", resalta, por su parte, Ximena Pascutti, otra de las impulsoras de los premios. “Creo que funciona como un gran mapeo del universo por dónde el tango transita, desde las expresiones más apegadas a la mejor tradición a las propuestas rupturistas, la canción furiosa y vital, la sensualidad milonguera, o los coqueteos con sonidos cercanos como el jazz, el folklore y lo rioplatense”, apunta el periodista Nacho Villabona, la tercera pata del proyecto.
La ceremonia, emotiva y amena, fue celebrada por artistas, funcionarios y gestores culturales presentes, que destacaron la importancia de unos galardones que ponen en valor el tango del presente. Hubo representantes de milongas, trabajadores de tango-danza y de festivales barriales. Toda la comunidad tanguera estuvo allí. “La recepción fue muy buena, porque todos consideraban que eran muy necesarios los premios. También hubo una sensación de encuentro, algo que no sucede tan seguido. Nuestra búsqueda es tender puentes entre todos los sectores del tango”, concluyen los organizadores.