El Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires clausuró preventivamente la Clínica San Juan Bautista, ubicada sobre la Avenida Eva Perón al 4800 en el municipio de Merlo, por arrojar a la vía pública residuos patogénicos.
El centro de salud bonaerense continúa funcionando con el objetivo de atender a los pacientes actualmente hospitalizados, pero fue intimado por la Justicia para cumplir con las normas sobre desechos peligrosos.
La investigación que finalizó con la clausura comenzó gracias a las denuncias vecinales. Quienes viven cerca de la clínica percibieron que entre la basura común comenzaban a acumularse gasas, guantes con sangre, sondas, jeringas, agujas y diversos medicamentos.
Operativo y clausura
Las acusaciones de los vecinos fueron tomadas por el fiscal Fernando Siquier Rodríguez, responsable de la UFI Nº6, quien le pidió al Juzgado de Garantías Nº4 de Morón que aprobara una orden de allanamiento. Finalmente la pesquisa fue realizada por la Policía Ecológica y Científica, a cargo del comisario Nicolás Nixdorff y el subcomisario Lucas Alincastro.
Durante los trabajos pertinentes, los agentes encontraron 55 bolsas negras en la vereda trasera de la clínica. Entre ellas 32 contenían residuos patogénicos tipo B, que son considerados peligrosos para el ambiente y la salud. Algunos de estos elementos eran vestigios de sangre, pañales usados, catéteres, sueros y medicina.
Ninguno de estos residuos contaba con una señalización que indicara su retiro obligatorio ni fueron gestionados por un transporte habilitado para ese uso específico. De esta forma la Clínica San Juan Bautista incurrió en infracciones a la Ley Nacional 24.051 de residuos peligrosos y a la Ley Provincial 11.720 que legislan sobre el correcto tratamiento a los residuos de los hospitales, clínicas y diversos centros de salud.
Además, en el allanamiento los efectivos identificaron a los responsables administrativos, médicos y directivos del centro de salud, quienes serán investigados por gestión de sus desechos dolosa y/o negligente.
Luego de corroborar la compleja situación a nivel ambiental, sanitario y jurídico, el Ministerio de Salud bonaerense dictaminó la clausura preventiva del sanatorio (con la excepción de los pacientes que ya están internados allí) que quedó legalmente observado y necesitará corregir el tratamiento de sus residuos para volver a abrir plenamente. Para ello deberá presentar la documentación correspondiente sobre el tratamiento y contratar servicios que estén autorizados para su retiro y disposición final.
Por su parte, el Ministerio de Ambiente fue el encargado de realizar el acta de infracción frente a esta situación.
Ya viene pasando
El miércoles 25 de junio de este año en Chaco se denunció una grave infracción ecológica por dejar residuos patogénicos en un basural municipal común. De la misma forma que en la provincia de Buenos Aires, los residuos que debían ser eliminados en base a su propio protocolo eran descartados en donde algunos trabajadores recolectan cartón y metales entre otros elementos.
Los denunciantes del caso chaqueño expresaron que “la ley prohíbe expresamente la disposición de residuos patogénicos en rellenos sanitarios sin un tratamiento previo que garantice la preservación ambiental y la salud pública. Acá los entierran y hasta los queman sin control”. Por ello temían que se contaminara el aire y el agua subterránea por la emisión de humos tóxicos.
En el año 2024 en Entre Ríos se producían 240 mil kilos mensuales de residuos patogénicos sumando diferentes hospitales públicos y privados, incluyendo el caso de que el Hospital San Martín de Paraná generaba 12 mil kilos mensuales.
Desde la Secretaría provincial de Ambiente habían mencionado que "se mostró un aumento significativo de los mismos sobre todo desde el año 2020 donde incidió fuertemente el surgimiento de la pandemia de Covid". Recién en 2023 comenzó a estabilizarse esa gran cantidad de desechos peligrosos. En plena ola pandémica también hubo clausuras temporarias y pedidos de correcciones para tratar este asunto.
Si bien la pandemia provocó un grave problema sanitario también en cuanto a gestión de residuos patogénicos, en la Argentina hay denuncias por esta temática previas a esa ocasión, como la de la ONG Asociación Inquietudes Ciudadanas contra la empresa estadounidense Stericycle y la francesa Veolia que se dedican a estas tareas.