Víctor Hugo Morales cuestionó este martes en un duro editorial la gestión económica de Javier Milei y apuntó contra el carácter "cipayo" y "extranjerizante" de las políticas adoptadas por el Gobierno, que mientras distribuye “naipes marcados de tahúres sin alma”, con Estados Unidos como el crupier, deja al pueblo afuera, víctima de una cada vez peor calidad de vida.
El editorial de Víctor Hugo Morales
Todo sucede con la gente afuera. Mal informados y paralizados por la movilidad de los precios y la inercia ya instalada de los salarios bajos, el entretenido juego del precio del dólar es el pasatiempo de los medios y la gente que puede jugar con eso.
Teleespectadores, radioescuchas atrapados en un juego de naipes marcados de tahúres sin alma. Estados Unidos baraja y corta. Por eso empezamos good morning, ladies and gentlemen. El pueblo se asoma para ver si entiende algo.
Llega un hombre fuerte de Trump y un negociante de la ultraderecha pasa un ratito por el país junto a un inversor, pero no se quedan ni a merendar. No les importamos nada. ¿Los ciudadanos, qué?
Acá discutimos listas de candidatos y de precios, y aumenta la incertidumbre. La gente, afuera del terremoto de Milei y Macri, aferrados ambos a los negocios que anhela Milei. Milei defiende a su hermana de los Macri y denuncia la demonización de la pobre Karina. Cada nombre trae exasperación y desaliento.
Ahí están los sojeros, esperan 1.400 y Milei los extorsiona con las retenciones. Ahí están los que compraron cientos de millones de dólares a mil, no los sueltan, y el Central, que precisa juntarla con pala, no puede comprar un solo papel verde.
Los proveedores llegan con aumentos y los supermercados se resisten. No saben cuánto hay que pagar, y mucho menos a cuánto vender ni la cebolla. Lágrimas del pueblo, siempre.
Se vive una región colonial con resignación. Las noticias son Wall Street, lo que elogia Trump, el FMI, próximos viajes a Washington. Eran 20 y ahora son 44 los millones prestados, y no pasa nada. Se acepta el gobierno de Estados Unidos y el carácter de intendencia local. El pueblo, manso, afuera.