La Cámara de Diputados de Salta le dio media sanción ayer a un proyecto de ley de adhesión a la ley nacional 27732, que crea el programa de prevención, diagnóstico y tratamiento integral de la pubertad precoz, sancionada en septiembre de 2023.
La encargada de presentar el proyecto fue la diputada y médica Laura Cartuccia (bloque Justicialista Gustavo Sáenz Conducción). Recordó que la pubertad precoz, la “aparición temprana de signos de desarrollo sexual, antes de los ocho años en las niñas y antes de los 9 años en los niños", puede tener "consecuencias físicas y psicológicas muy significativas”, y por eso la importancia de esta ley.
El programa tiene las funciones de "entender en todo lo referente a la investigación, docencia, prevención, diagnóstico, tratamiento y seguimiento de la enfermedad en sus aspectos médicos y sociales". También se propone promover la capacitación, la formación y perfeccionamiento de profesionales de la salud en el abordaje y tratamiento de esta enfermedad.
Y "generar protocolos de atención de niñas y niños con diagnóstico de PP". Como se trata de una enfermedad cuyo crecimiento se disparó en la pandemia de covid, la ley también se propone crear un registro único nacional de diagnóstico y tratamiento con el fin de recabar y asentar datos sobre los casos en todo el territorio, confeccionar y brindar estadísticas y propiciar la investigación de la pubertad precoz.
Asimismo, además de prever campañas de difusión y sensibilización, asegura "el acceso gratuito al diagnóstico, la asistencia integral y la provisión de la medicación requerida, de todas las niñas y niños que padezcan PP en el territorio de la República Argentina".
En el pleno de Diputados, el diputado Juan José Esteban (JGSC), médico, ex ministro de Salud, detalló que en el país uno de cada 10 mil niños padecen de pubertad precoz y que la Sociedad Argentina de Pediatría habla de 9 casos cada 100 mil niños, con una prevalencia del 20% en niñas.
Señaló que en la pandemia hubo una mayor consulta de madres de niñas con crecimiento prematuro del botón mamario. “Evidentemente, este aumento puede estar relacionado con distintos cambios de vida que han sufrido los niños y niñas en el confinamiento”, especuló.
Su par, como diputada y como médica, Gladys Paredes (Más Salta) avanzó en las causas de esta enfermedad. Sostuvo que la adhesión a esta ley es "muy importante" porque se debe asegurar la medicación en tiempo y forma para las niñeces que sufren esta dolencia.
Explicó que el medicamento apunta en varios sentidos, por un lado, para “evitar el cierre temprano de los cartílagos de crecimiento” que normalmente se produce entre los 15 y 17 años, pero si el cartílago se cierra precozmente “no le damos la posibilidad a ese niño o niña de tener una estatura acorde a su genética y a la alimentación”, señaló.
También busca matizar las implicancias emocionales que esta enfermedad provoca en una niña o niño que a tan temprana edad tienen esos cambios. Y también, persigue prevenir la aparición de tumores.
Paredes repasó que se diagnosticaban “entre tres a cinco casos por año hasta el 2019”, pero actualmente “el número de casos se ha triplicado a 15 hasta llegar a 20 casos anuales”. Sobre las causas, dijo que se mencionan el hábito de la nocturnidad (adquirida sobre todo en la pandemia), “el uso de las tablets, del teléfono, el aumento del índice corporal de los niños desde el año 2020 hasta la fecha, el consumo de disruptores endocrinológicos” que tiene que ver con la alimentación, por ejemplo, la soja “que está activada a través de ciertos precursores de fitoestrógenos".
Y también, entre las causas, se menciona la utilización de botellas y vasos de plástico que contienen bifenol A, un compuesto químico que se usa para la fabricación de algunos plásticos y revestimientos de latas. Paredes detalló que las botellas y vasos de plástico tienen un número que va del 1 al 7, que indica la concentración de bifenol en el envase. El número 6 es el que tiene menos binefol, y por lo tanto sería el menos nocivo para la salud.
La legisladora recordó que el Hospital Materno Infantil de Salta proveía tratamiento hasta 2021, siempre tenía de reserva tres ampollas, con eso daba solución a pacientes de capital y el interior, pero “no solamente aumentó el número de pacientes sino también aumentó el costo” del tratamiento. De valer aproximadamente 50 mil pesos cada ampolla, hoy cuesta $1.200.000 y hasta $1.800.000 en el caso de las de más concentración de tratamiento hormonal. “Esto hace imposible para un padre comprar una ampolla por mes”, afirmó para resaltar la importancia de que se adhiera a esta ley que obliga al Estado a proveer la medicación.
También puso énfasis en que el tratamiento debe ser provisto a tiempo, porque si se aplica luego de que los cartílagos se unan, "ya hay poca posibilidad de éxito”.
La diputada Isabel de Vita (Todos) agregó que hay factores genéticos y ambientales que influyen para esta enfermedad.
“Son más los ambientales que los genéticos”, afirmó. “Es muy importante tener en cuenta los hábitos”, también hay incidencia de las pantallas, “los neurotransmisores se ven afectados por el tiempo que pasan los niños y niñas ya hacia la adolescencia frente a las pantallas y hay estudios muy fundamentados al respecto”, dijo. También influye el cambio del sueño, el tiempo de descanso que debería tener un infante para un normal desarrollo. Y hay estudios que apuntan a que también incide la calidad de la alimentación, los pesticidas que se usan en algunos alimentos, la forma en que se cocinan, y el estrés.
Un diccionario ahí
El intercambio iba tranquilo hasta que la diputada Soledad Farfán (UCR) expresó su apoyo a la ley de adhesión e hizo un pedido: que se cambien las palabras “niños y niñas” por el término “niñez, en un tono general”.
Cartuccia pidió la palabra para insistir en que se mantenga el texto como venía. Y se le sumó el presidente del bloque JGSC, Germán Rallé, para anunciar que su bloque iba acompañar el texto con los términos "niños y niñas".
Enseguida pidió la palabra el conservador Guillermo Durand Cornejo. Solicitó al presidente de la Cámara, Esteban Amat, que “se impida a como dé lugar que se utilice ningún idioma que no esté reconocido por nuestro país".
"Y muchísimo menos términos o palabras que llamen a la ideología y al desencuentro de los argentinos", siguió. "Ya bastante hemos tenido durante muchos años que nos han antecedido con disparates de este tipo para que todavía existan personas que pretendan dar vuelta el idioma castellano que tenemos aquí en la Argentina y sobre todo con un tinte ideológico, así que nada de palabras raras, aquí hay niños y hay niñas, y no hay nada más”, terminó la seguidilla de exabruptos.
Sin embargo, el legislador olvidó que el castellanísimo término "niñez" figura en la Real Academia Española (RAE), que lo define como "el período de la vida humana que va desde el nacimiento hasta la pubertad". Nada raro, quizás lo raro es revisar el diccionario, que, sin embargo otra vez, suele ir siempre por detrás del dinamismo de las lenguas vivas, que como todo lo vivo, evoluciona, algunos términos se dejan de usar y surgen otros que se incorporan al habla.