Este jueves 24 de abril, en el 110° aniversario del genocidio a manos de Turquía, miles de personas de la comunidad armenia en Argentina se reunieron en las escalinatas de la Facultad de Derecho de la UBA para reclamar justicia y marchar hacia la residencia del embajador turco en Buenos Aires.
La convocatoria invitaba a los descendientes de las víctimas a reunirse a las 19 en el barrio porteño de Recoleta. Varios centenares de personas, entre las que había familias y estudiantes secundarios se juntaron con banderas de Armenia y carteles que pedían justicia por sus antepasados.
A las 20 comenzaron su marcha hacia la vivienda del embajador de Turquía, país al que acusan por el genocidio ocurrido de 1915 a 1923, cuando murieron 1 millón y medio de personas, la mitad de la población armenia, que perdió el 75 por ciento de su territorio. A Turquía la acusan por encubrir los hechos durante más de un siglo.
La comunidad contra la "armenofobia"
Alfonso Tabakian, actual presidente del Consejo Nacional de Armenia de Sudamérica, presente en la manifestación, dialogó con Página 12. El descendiente de sobrevivientes del genocidio armenio destacó que "el 24 de abril nos convoca a todos a participar, a hacer uso de la memoria y marchar para que el pueblo argentino también entienda cuál es nuestra lucha". "Sucedió hace 110 años, pero hoy todavía está impune", lamentó.
Tabakian comprende al 24 de abril de 1915 como "una fecha emblemática, pero el proceso genocida de exterminio turco comenzó mucho antes y siguió mucho después". Esta fecha es recordada porque ese día "la intelectualidad armenia fue secuestrada y fue descabezada la comunidad", lo que marcó un antes y un después.
En otro sentido, el presidente del Consejo señala que esta conmemoración tiene como objetivo "que se conozca lo que fue el genocidio armenio y la causa armenia en general". Por ello hace hincapié en el recambio generacional: "Claramente acá hay alumnos de colegios de la comunidad armenia, jóvenes que vienen a los clubes armenios. La transmisión de la memoria es parte de nuestra identidad. En todas las familias tenemos nuestros antepasados sobrevivientes o no sobrevivientes".
El presidente del Consejo de Armenia a nivel sudamericano destacó que en la Argentina "Alfonsín fue el primer mandatario que habló de genocidio" y destacó que "durante el gobierno de Néstor Kirchner fue sancionada la ley de reconocimiento del genocidio" pero reconoció una política nacional en este aspecto porque los tres poderes del Estado argentino respaldan este reclamo.
Cristian Deliari, que practica danzas folklóricas tradicionales de Armenia en el Conjunto Masís, muestra el orgullo de estar "siempre presente en las marchas". Afirma que buscan "que frenen de bombardear y matar gente, saquear cosas".
Sofía Barupian, Nicolás Macachian y Agostina Catania son un grupo de jóvenes que asistieron al mismo colegio armenio y decidieron manifestarse nuevamente este año contra el genocidio. Barupian critica que "el genocidio es algo que no aparece en los libros de historia, no aparece en ningún lado y está de hecho negado por el Estado turco", por lo que su objetivo es que se visibilice. Los tres jóvenes coinciden con Tabakian en que el 24 de abril se eligió por el asesinato de los intelectuales, el "primer paso" de la atrocidad.
Martín Montenegro es un descenciente de armenios, ("Abasian por parte de mi mamá", explica), que considera "importante que nos reunamos los 24 de abril para conmemorar el genocidio". Con las movilizaciones año tras año desea que "el Estado de Turquía reconozca el crimen de lesa humanidad que se cometió y que abandone su política de negacionismo". En ese contexto, Montenegro Abasian habla de "armenofobia" para nombrar a la conducta que Turquía lleva adelante hace más de un siglo, así como la actualidad de Azerbaiyan y el silencio de la comunidad internacional. Por último, coincide con Tabakian al valorar al Estado argentino por reconocer el genocidio armenio, pero desconfía de Milei "porque son los mismos que niegan 30.000 desaparecidos en el genocidio de Argentina".
La lucha se extiende a Artsaj
El presidente del Consejo armenio en Sudamérica lamenta que este "genocidio que ya ocurrió y no fue castigado hace que otro genocidio esté latente", debido a los avances de Azerbaiyan sobre Artsaj que comenzaron en plena pandemia de covid-19 hasta 2023. Artsaj, cuyo pueblo autodeterminado tras la separación de la URSS se proclamó armenio, buscó su independencia por 30 años por el "reconocimiento de la comunidad internacional". "Había conversaciones, mediaciones internacionales", reconoce Tabakian, pero Azerbaiyan "cortó ese tratado de paz y mantuvo a esa población con un bloqueo que no pasaba alimentos ni medicamentos por nueve meses".
La comunidad armenia reclama por Artsaj, un territorio ocupado por Azerbaiyan a raíz de una decisión unilateral de Stalin, líder de la extinta Unión Soviética. "Desde ese momento ese pueblo buscó su autonomía", afirma Tabakian, "porque no se consideraban azeríes".
Debido a los ataques la población huyó hacia lo que queda del territorio de Armenia y "el ejercito azerí invade las fronteras de la Armenia soberana", por lo que el país está en peligro. Para Tabakian, en este contexto global, "la comunidad internacional no está pudiendo detener los ataques sobre poblaciones más débiles". El descendiente de sobrevivientes armenios sostiene que reclaman por "el derecho a retorno de ellos, pero no en estas condiciones". Además cuestiona a las potencias mundiales, como Gran Bretaña, Estados Unidos, Israel o Rusia, que apoyan económicamente al país asiático porque es un "centro de recursos naturales".
Informe: Juan Martín Bravo.