En medio de un brutal ajuste por parte del Gobierno de Javier Milei a los jubilados –que cada miércoles, desde hace más de un año, salen a reclamar por mayores derechos– Débora Ibañez y su esposo Diego lanzaron una particular iniciativa: ser parte de la minoría que sale a contratar adultos mayores cuando la mayoría les da la espalda.

Es que los datos, en medio de una crisis que a muchos no les permite ni llegar a fin de mes comprando todos los medicamentos que deben tomar, sólo 3 de cada 10 empresas contratan mayores de 50 años, complicando aún más una situación de por sí cuesta arriba.


Entrevistada por la 750, Ibañez contó los motivos detrás de esta decisión con la que administran sus tres locales, todos en homenaje a las abuelas de la familia, Las Nonas, para recordar a las abuelas de Débora; y Abuela Maruca y Simona, ambos nombres que traen el recuerdo de las familiares de Diego.

“Pasaba que los chicos no tomaban con responsabilidad el trabajo. Faltaban esas ganas de decir entro a un trabajo y hago permanencia, hago que la empresa crezca. Faltaban responsabilidad y respeto, que hoy en día escasean bastante. Nosotros no lográbamos encontrar eso para formar nuestro equipo”, explicó.

Y continuó: “Mónica, que es nuestra empleada más antigua, empezó a trabajar con nosotros a los 52 años. Viaja todos los días desde Catán hasta Capital. Viaja cuatro horas y, puntualmente, está todos los días a las 6:45 lista para trabajar”.

“Eso nos demostró, tanto a mí como a Diego, que trabajar con adultos mayores es una tranquilidad, tanto para nosotros como para el cliente. Porque nos pasaba que teníamos ausencias. Y cuando te faltan, no llegás con el tiempo. Y el cliente no vuelve si un día hay atención y otro día no”, añadió.