Desde la agrupación Inquilinos Rosario manifestaron su preocupación por el precio de los alquileres para vivienda en la ciudad, y las repercusiones que eso empieza a generar en muchas familias. Según advirtieron, cada vez son más las consultas que llegan a la organización vinculadas a la rescisión de contratos, o a la necesidad de endeudarse para seguir sosteniendo el alquiler. “Tenemos casos de personas que nos dicen que sacaron créditos para afrontar el pago y evitar que les ejecuten las garantías”, explicó Emmanuel Canelli, referente del organismo. “La situación es cada vez es más caótica. Mucha gente está pidiendo sentarse a renegociar los contratos”, añadió. Según el Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO), durante abril los precios promedios de los alquileres en la ciudad quedaron por encima de la inflación.
Alquilar un monoambiente en Rosario cuesta, en promedio, 260 mil pesos en la ciudad de Rosario. El valor se desprende del último informe del CESO, publicado a mediados de abril, donde también se revela que el alquiler de un departamento de dos ambientes ronda los 350 mil pesos y uno de tres ambientes, los 450 mil pesos. En relación a marzo, los alquileres aumentaron un 4%, un 6,1% y un 12,5% respectivamente. Mientras que en la comparación con abril del año pasado, el aumento en los monoambientes fue del 73,3%, en los de dos habitaciones de 89,2%, y en los de tres ambientes, del 87,5%. “En todos los casos, los aumentos superan la inflación proyectada para el mes, y en términos interanuales se observa lo mismo”, destaca el informe.
Con esos números sobre la mesa, desde Inquilinos Rosario brindaron un panorama de la repercusión que generan esas estadísticas en la vida de los inquilinos rosarinos. “Venimos recibiendo muchas consultas en torno a cómo se hace para afrontar una rescisión de contrato”, sostuvo Canelli en diálogo con Rosario/12. “Tenemos casos de personas que nos dicen que sacaron créditos para afrontar el pago y evitar que les ejecuten las garantías”, añadió.
El dirigente recordó que cuando se anunció la “liberalización” del mercado de alquileres, se esperaba un aumento en la cantidad de inmuebles ofertados para alquiler, algo que también redundaría en una baja de los precios. Sin embargo, esta última parte del plan no se dio: “Nunca bajaron su precio. Más bien lo contrario, tuvimos aumentos. Eso es porque en un comienzo los precios estaban pensados para contratos de un año y, al mantenerse los precios en ese nivel, con aumentos que pasaron a ser cada tres o cuatro meses, se fue generando una situación difícil de afrontar. Es decir, ya habían arrancado altos los precios y a eso le sumaron aumentos trimestrales”.
Para Canelli, esa situación se conjuga con otra problemática vinculada a los bajos salarios, que complica aún más la situación para los inquilinos. “Los salarios se vieron pulverizados todo este tiempo, no le ganan a la inflación y, a su vez, en el medio hubo devaluaciones quirúrgicas realizadas por el gobierno nacional que generaron un grave problema para todas las personas que alquilamos”, expresó y agregó: “No hay ninguna paritaria que hoy por hoy nos genere un horizonte mejor. Todas las paritarias se están negociando entre el uno y el tres por ciento. Eso hace que todo sea muy difícil, realmente”.
En ese marco, el referente de la agrupación de inquilinos local consideró que la necesidad de endeudarse para poder seguir alquilando supone “una bomba de tiempo” para quienes alquilan. “Mucha gente que nos consulta aceptó tener un contrato que hoy se fue por las nubes y está sacando un crédito para rescindir, o para afrontar los gastos que genera alquilar”, evaluó. “La situación es cada vez es más caótica. Mucha gente está pidiendo sentarse a renegociar los contratos. En algunos casos se logra y en otros no. Y el gobierno, en su ideología, cree que no debe inmiscuirse en esto. Creo que este tipo de situaciones dejan en claro que no se puede dejar que los alquileres se regulen solos”, advirtió.
Por último, Canelli se refirió a los precios de los alquileres relevados en el informe mensual del CESO y recordó que, junto a esa estimación también deben contemplarse el resto de los gastos asociados a alquilar un inmueble: “A eso hay que sumarle las expensas, que oscilan en un 15% de lo que sale el departamento, y agregarle lo que implica la luz, el gas, el agua y algunos impuestos que hoy debe afrontar el inquilino, cosa que antes no pasaba. Todo eso, con un servicio de internet básico, estamos hablando de destinar entre 500 y 700 mil pesos mensuales, según sus consumos”.


