La planta de Cerámica Cortines, ubicada en la localidad de Luján, atraviesa una de sus etapas más críticas en medio de una coyuntura económica nacional marcada por el freno a la actividad industrial, la caída del consumo interno y el aumento de los costos energéticos, de acuerdo a los últimos datos brindados por el Ministerio de Economía bonaerense. A fines de abril, el conflicto tomó estado público cuando trabajadores y delegados sindicales denunciaron una serie de medidas adoptadas por la empresa, entre ellas, despidos, recortes salariales y suspensiones masivas.

La firma, con más de cinco décadas de historia en el rubro, presentó un Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC) ante la Secretaría de Trabajo de Luján. En ese documento, solicitó la desvinculación del 40 por ciento de su personal, una reducción del salario durante las suspensiones y la autorización para realizar pagos en cuotas. La propuesta incluye además disminuir del 80 al 70 por ciento el salario durante los días de suspensión, una práctica que fue rechazada de forma unánime por la representación gremial, según pudo conocer Buenos Aires/12.

Durante la audiencia mantenida en la delegación laboral, tanto los delegados internos como los dirigentes de la Filial N°2 del Sindicato de Ceramistas se manifestaron en contra de las medidas impulsadas por la empresa, calificándolas como “un ataque directo a los derechos de los trabajadores”. No obstante, abrieron la puerta a una renegociación bajo condiciones específicas: que los salarios se abonen puntualmente y que el porcentaje de pago durante la suspensión se mantenga en el 80 por ciento. Asimismo, reclamaron dejar constancia formal de que, en caso de que la empresa incumpla con los plazos de pago, deberá asumir una multa adicional por cada trabajador afectado.

Según la información brindada a este medio por representantes del sindicato, la planta emplea actualmente a más de 300 trabajadores, lo que implica que más de un centenar de empleados podrían perder su fuente laboral si prospera el ajuste propuesto. A esto se suman 40 operarios que no se encuentran bajo convenio colectivo.

La planta se encuentra detenida desde febrero de 2025. En ese momento se había acordado una suspensión temporal de tres meses, que ahora la empresa buscaría extender al menos por un mes más, una vez que finalice mayo. En la actualidad, los empleados se encuentran suspendidos, sin actividad, y la empresa les abona el 80 por ciento de sus haberes, según lo pactado. Sin embargo, también reconoció estar realizando los pagos en cuotas, fragmentando incluso la quincena en tres partes.

La situación económica de Cerámica Cortines se explica, en parte, por la caída progresiva en sus niveles de venta. En su presentación ante la Secretaría de Trabajo, la firma detalló que en 2021 comercializó 11.175.000 metros de cerámicos. Un año después, ese número descendió a 9.100.000, y en 2023 cayó a 7.100.000. En 2024, las ventas se derrumbaron a 4.840.000 metros. En lo que va de 2025, apenas alcanzaron los 400.000, frente a los 1.200.000 que habían vendido en el mismo período del año anterior. La situación llevó a que la empresa argumentara que con estos ingresos no alcanzan a cubrir la totalidad de los sueldos, según sostuvieron los trabajadores.

Posteriormente, intervino el Ministerio de Trabajo bonaerense con audiencias en las cuales la empresa presentó el documento que también señala como agravante el aumento “significante” de los costos de producción, en particular los vinculados al consumo de electricidad y gas, insumos esenciales en la fabricación de cerámicos.

Desde el Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires confirmaron la justificación de la empresa a este medio y aseguraron que durante abril la totalidad de la planta estuvo suspendida. “Cortines Cerámica suspendió a 360 trabajadores durante todo el mes de abril y continuará en mayo con la misma modalidad. Los 360 suspendidos están bajo el convenio colectivo de ceramistas. En dicha empresa también hay 40 trabajadores sin convenio. Cabe destacar que 4 trabajadores se acogieron al retiro voluntario”, informaron desde la cartera laboral. “En el marco de las audiencias se lograron las suspensiones al 80 por ciento”, agregaron, y remarcaron otra de las causas principales fue el parate en la obra pública y la contracción de la construcción privada que habrían impulsado la caída de las ventas de las ceramistas desde la asunción de Javier Milei.

En este punto, desde la firma, según explicaron los trabajadores, plantearon que su intención es sostener el empleo del 60 por ciento del personal y evitar un cierre total. Para ello, propusieron una tregua de 90 días sin medidas de fuerza por parte del sindicato, a cambio del compromiso de mantener los puestos restantes y continuar pagando el 80 por ciento del salario. También mencionaron que, de ejecutarse desvinculaciones, respetarán el marco legal y abonarán las indemnizaciones correspondientes en un plan de cuotas.

La próxima audiencia entre las partes está prevista para el 27 de mayo, de acuerdo a lo informado desde el Ministerio de Trabajo bonaerense. Hasta entonces, el escenario se mantiene en un estado de tensa espera, con la producción paralizada, el personal suspendido y una negociación en curso que todavía no ofrece una salida clara.

Una crisis que golpea a todo el sector

La situación que atraviesa Cerámica Cortines no es aislada. En Olavarría, la emblemática fábrica de cerámicos Cerro Negro despidió a 100 trabajadores sin previo aviso. El conflicto escaló la semana pasada con una huelga por tiempo indeterminado y el corte de la Ruta 226. Carlos Zamboni Siri, abogado de FOCRA, había anticipado en diálogo con este medio un panorama desalentador para el sector: “La situación de Cerro Negro también la atraviesan y atravesarán otras cementeras como un efecto dominó”.

El Ministerio de Trabajo dictó una conciliación obligatoria que permitió postergar los despidos, pero al vencimiento de la medida no hubo acuerdo, y la empresa ratificó la cesantía de un cuarto de su plantilla en planta. Los telegramas, enviados a partir del 24 de abril, oficializaron los despidos “sin causa”, según confirmaron fuentes gremiales.

A este escenario se suma el caso de la fábrica FABI, proveedora histórica de bolsas industriales para Loma Negra, que también cesó sus actividades recientemente y despidió a 150 empleados tras más de seis décadas de actividad ininterrumpida.

 

Los conflictos laborales en el sector ceramista reflejan un cuadro mucho más amplio de retracción industrial en la provincia de Buenos Aires y el país. La caída en la demanda interna, el parate en la obra pública, la suba de tarifas y la apertura de importaciones están golpeando a una industria que históricamente fue una generadora constante de empleo.