El gremio municipal cumplió ayer con su paro a la gestión de Pablo Javkin y confirmó que el puente se rompió sin retorno, por ahora, con el Ejecutivo. Porque desde la Intendencia, incluso los aliados de turno, interpretaron la medida de fuerza como un gesto de campaña electoral para perjudicar la chance oficialista en la elección de concejales del 29 de junio. Con todo, la huelga no fue absoluta, y desde el Palacio de los Leones afirmaron que la actividad municipal funcionó al 60%, como para restarle mérito a la medida gremial.

El paro fue el desenlace de un cortocircuito que estalló el jueves de la semana pasada, cuando el Sindicato de Trabajadores Municipales, liderado por Antonio Ratner, armó un airado acto de protesta y reclamo contra el Ejecutivo por la demora en fijar una propuesta salarial de paritaria. Tras ello, Javkin mandó a radicar denuncia penal contra la conducción sindical por utilizar de prepo cinco ambulancias en servicio para cortar el tránsito en calle Buenos Aires, frente a la sede municipal. Y el lunes decidió imponer por decreto, sin negociación paritaria y de manera unilateral, el aumento salarial que pensaba ofrecer, en línea con la oferta del Gobierno provincial a sus respectivos gremios: 8 por ciento de aumento para el trimestre, concedido en tres tramos. 

Ayer el propio Ratner dobló la apuesta y declaró que impugnará ese aumento otorgado por decreto y sin discusión. Tras refutar la apreciación oficialista y afirmar que el paro fue "contundente", el dirigente gremial reclamó "retomar el diálogo con la autoridad municipal porque la amenaza no es el camino. La denuncia, los calificativos que utilizan no conducen a un acuerdo ni a que personas racionales se sienten en una mesa y traten de solucionar los problemas", dijo en rueda de prensa.

Explicó que la oferta impuesta por Javkin no alcanza porque no llega a cubrir el desfasaje del salario con la inflación en el primer trimestre. "Para enero, febrero y marzo nos dieron 5 por ciento de aumento, cuando el IPEC midió una inflación de 9,5%. Entonces, antes de discutir el aumento del segundo trimestre acordemos que falta un 4,5%. Pero no quieren, y de prepo nos aplican un 8%, y ese 4,5% queda fuera de la carrera salarial", explicó. 

Ratner afirmó que el sindicato estuvo en la paritaria convocada el 7 de marzo, pero los emisarios del Ejecutivo "se escondieron porque no tenían una respuesta para darnos. Después es fácil decir que rompimos la paritaria", reprochó.

Uno de esos negociadores debía ser el secretario de Gobierno, Sebastián Chale, que ayer fustigó la medida de fuerza y la atribuyó a una maniobra con trasfondo electoral por parte de Ratner. "Este martes la Municipalidad funcionó con absoluta normalidad en la gran mayoría de sus áreas. La asistencia promedio de trabajadores fue alrededor del 60%, con todos los espacios municipales abiertos y prestando servicios", afirmó sobre el mediodía.

"Estábamos por cerrar la paritaria bastante por encima de otros gremios –relató Chale–, como sabemos lo de Empleados de Comercio, por ejemplo. Hasta el miércoles estábamos en eso, habíamos tenido hasta acá 14 acuerdos salariales y nunca habíamos llegado a este nivel de conflicto. Yo atribuyo esto al involucramiento del escenario electoral, no hay otra manera de explicarlo", disparó el funcionario municipal. Relacionó sin mencionarlo al propio Ratner en el sector que apoya al frente Más para Santa Fe, que expresa la alianza de una parte del Partido Justicialista con Ciudad Futura, y que en la elección de concejales lleva en primer lugar a Juan Monteverde y a Norma López.

En la misma línea hubo otros alfiles del oficialismo local, como el concejal del PRO Carlos Cardozo, que filtró un video en la red social X en el que Ratner tilda de "alcahuetes" a los empleados municipales que ayer desairaron el paro y acudieron a trabajar. "El eterno mandamás del sindicato así maltrata a sus afiliados y los expone ante el resto", reprobó el macrista.

Ratner había recorrido oficinas municipales para supervisar el desarrollo de la medida de fuerza, y en ese marco se refirió con ese adjetivo a empleados precarizados que "por una promesa de categoría o pase a planta se someten al intendente". "No hay peor cosa que mirar a sus hijos y tener que decir que va a trabajar mientras otro está peleando por su sueldo", dijo en rueda de afiliados.

Pero también refractó la acusación oficialista. "Nosotros no somos candidatos a nada, no hablen pavadas. A lo mejor como les fue mal en las elecciones nos quieren echar la culpa a nosotros", chuceó el dirigente gremial.

Chale por su parte insistió. "No hay ninguna razón para esta medida de fuerza, cuando el mismo jueves se pagaron los sueldos. Sabían que se pagaba, y armaron el acto igual. Ya sabían que una vez que se resolviera lo de Provincia pagaríamos el aumento esta semana, en línea con lo que están acordando los otros gremios", planteó en bloque con el argumento del Ejecutivo provincial que UPCN y ATE aceptaron, pero que Amsafé y Sadop no.