Cualquiera que transite habitualmente los grupos de Facebook y sitios dedicados al comercio de vinilos originales lo sabe: Pelusón of Milk es una de las joyas más preciadas de la carrera de Luis Alberto Spinetta. Y esto debe ser entendido de modo literal, porque basta echar un vistazo a lo que se llega a pedir por esa edición 1991 del extinto sello EMI para menear la cabeza y resignarse al delirio disparado por la resurrección del formato más querido. 

Por eso el anuncio del sello Universal solo puede ser entendido como una gran noticia: aquel incunable del Flaco al fin tendrá una reedición. Mejor aún, será un lanzamiento realizado con el mismo cuidado que pondría el mismo Luis: Mariano López, gran ingeniero de sonido que trabajó en varias producciones de Spinetta, estuvo a cargo de una concienzuda labor de remasterización que asegura que este Pelusón será mucho más que un CD en formato grande. "Se restauró el audio original de mezclas estéreo grabadas en formato DAT (Digital Audio Tape) de 1991; se corrigieron errores digitales de manera artesanal, sin utilizar IA. Se masterizó en dos diferentes circuitos analógicos para vinilo y redes respectivamente", explica López. Así, el disco con el que el Flaco inauguró la década del '90, el del hitazo "Seguir viviendo sin tu amor" y perlas como "Lago de forma mía", "La montaña" y "Ganges" dejará de ser solo un artículo de coleccionistas adinerados.

Pero el asunto va más allá. Este año, la compañía discográfica le dará curso a una nueva serie, "El rock argentino es Universal", que rescatará varios títulos esenciales del catálogo. En breve verán la luz también las reediciones de Del 63 y Giros, los primeros dos discos de Fito Páez; Recrudece, segundo disco de Virus; y la primera edición en vinilo de Guau, el disco que en 2000 significó la explosión popular de Árbol gracias a hits como “Trenes, camiones y tractores”, “El fantasma”, “Pequeños sueños”... y la audaz versión coral de "Ji Ji Ji".

Como con Arbol, la iniciativa de poner a recircular obras del rock argentino tiene especial atractivo cuando se trata de títulos nunca editados en el plástico negro. En estos años, Universal lanzó obras del Flaco originalmente editadas en CD como Silver Sorgo, Para los árboles, Pan, Fuego Gris, Obras en vivo y Estrelicia - MTV Unplugged. Y hace dos semanas le tocó el turno a otro Spinetta con la edición de Leche, el quinto disco de Illya Kuryaki & The Valderramas, en una lujosa edición de doble vinilo blanco y con el arte original reproducido a gran tamaño en los inserts. 


No es un disco cualquiera en la carrera del grupo formado alrededor de Dante Spinetta y Emmanuel Horvilleur. En 1999, el dúo transitaba los últimos tiempos antes de una pausa; dos años después aparecería Kuryakistán, compilado de reversiones y cuatro temas nuevos que cerraría esa etapa antes del regreso con Chances en 2012. Leche marcaría un viraje más profundo hacia el funk y el soul afroamericano, incluso con la participación de una leyenda como el bajista Bootsy Collins en el lúdico "DJ Droga". Fue también el album que trajo hits bailables como "Jennifer del Estero", "Coolo" y "Hecho mierda"... y un par de dolores de cabeza.

Es que en julio de 1999, las 120 gigantografías promocionales repartidas por la ciudad  despertaron la ira de los vecinos: la frase “¡A mover el culo! (Se nos acaba la era)", en letras blancas y sobre fondo negro llevó a que la empresa Girola y Asociados recibiera un llamado del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires intimándolos a retirar los afiches. La saga continuaría cuando se reveló la misma portada del disco: el torso desnudo de una mujer con el título escrito con leche fue demasiado, y el CD debió salir con una faja negra. Por las dudas, la misma faja cruza la edición en vinilo, pero lo que suena alcanza para diluir cualquier discusión extramusical: con un sonido poderoso y una lista de temas arrolladora, la edición vinílica de Leche viene a recordar por qué los Kuryaki son considerados referentes de nuevas generaciones dedicadas al terreno del rap, el hip hop y aledaños.

Será cuestión, entonces, de ir calentando las bandejas; a todos esos títulos Universal suma la promesa de futuras reediciones centradas en nombres tan fuertes como Los Abuelos de la Nada y el mismísimo Charly García. En la era del streaming y la celebración virtual, el vinilo que muchos quisieron dar por muerto goza de excelente salud. Y es una hermosa revancha.