El gobierno de Estados Unidos anunció este martes la reincorporación de Cuba al listado de países que "no cooperan plenamente con los esfuerzos antiterroristas", una medida que conlleva nuevas sanciones para la isla. Donald Trump aumentó la presión sobre Cuba desde que volvió a la Casa Blanca para un segundo mandato. El 20 de enero, día de su investidura, Trump ya revocó la decisión de su predecesor, el demócrata Joe Biden, de retirar a Cuba de otra lista negra, la de países patrocinadores del terrorismo.
La Cancillería cubana respondió que, a la inversa, es Estados Unidos quien no coopera. "Son ellos quienes se niegan a cooperar con Cuba y otros países en la lucha contra el terrorismo, lo cual es comprensible. El historial de complicidad y participación de agencias gubernamentales estadounidenses en el terrorismo está bien documentado", acusó el viceministro de Relaciones Exteriores cubano, Carlos Fernández de Cossío, en la red social X.
Cuba "no cooperó plenamente"
La vocera del Departamento de Estado, Tammy Bruce, afirmó que "en 2024 el régimen cubano no cooperó plenamente con Estados Unidos en materia antiterrorista". "Había al menos 11 fugitivos de la justicia estadounidense en Cuba, incluidos varios que enfrentaban cargos relacionados con el terrorismo, y el régimen cubano dejó claro que no estaba dispuesto a negociar su regreso para que comparecieran ante la justicia en nuestro país", agregó Bruce en un comunicado que precisa que otros cuatro países (Venezuela, Corea del Norte, Irán y Siria) permanecen en la lista.
En concreto, la inclusión de Cuba en la lista de "país no cooperante plenamente" (NFCC, por sus siglas en inglés) "implica la prohibición de la venta o la concesión de licencias para la exportación de artículos y servicios de defensa a Cuba". La lista de países que no cooperan plenamente con los esfuerzos antiterroristas se gestiona de forma independiente a la lista de Estados patrocinadores del terrorismo, en la que Trump incluyó a Cuba en las primeras horas de su presidencia, el pasado 14 de enero.
Un grupo de expertos de la ONU dijo en febrero pasado que la decisión de poner nuevamente a Cuba a esa lista es ilegal y un retroceso para los derechos humanos de los cubanos, con un efecto sobre todo en los grupos más vulnerables. Los expertos en derechos humanos afirmaron que la designación de Cuba agravó el aislamiento de la isla y provocó un temor generalizado a mantener relaciones con ese país, en particular en el terreno económico.
"Nuevas formas de asfixia económica"
Cuba reaccionó a la reinclusión de este martes devolviendo el golpe a Washington.
En diálogo con Página/12, el embajador cubano en Argentina, Pedro Pablo Prada, admite que no se sorprendió por este nuevo anuncio de Washington. "Los gobiernos de Estados Unidos se respetan muy poco a sí mismos. Con estas definiciones que adoptan lo que hacen es desprestigiar más su política exterior. La decisión de colocar a Cuba en esa lista es una decisión absolutamente política con un fin punitivo, de manera que puedan justificar la vergonzosa política de genocidio y bloqueo que vienen aplicando contra Cuba desde hace más de 65 años, especialmente para rendir por hambre, sufrimiento y enfermedades a nuestro pueblo", expresó Prada.
Por otra parte, el embajador pidió no olvidar que "mientras Estados Unidos hace esto, se mantiene la protección a los grupos terroristas en la Florida que siguen entrenando, que siguen preparando acciones en Cuba, sigue fluyendo el financiamiento de fondos federales hacia las actividades de subversión dentro de Cuba". En ese sentido remarcó que "es Estados Unidos el que tiene que dar cuenta de ese accionar inmoral de patrocinio, protección y práctica del terrorismo".
Una relación muy conflictiva
Durante más de seis décadas, Washington impuso a Cuba un salvaje embargo comercial. Trump lo endureció durante su primer mandato (2017-2021) como nunca antes, con varias medidas, y volvió a incluir a la isla en su lista negra de patrocinadores del terrorismo, una medida que obstaculiza las transacciones y las inversiones porque las empresas se exponen a sanciones estadounidenses.
Estados Unidos justificó entonces la medida aludiendo a la presencia en la isla de miembros de la guerrilla colombiana del Ejército de Liberación Nacional (ELN), que viajaron a La Habana para iniciar negociaciones de paz con el gobierno de Colombia. Cuba había formado parte de la lista desde 1982 pero salió en 2015, durante la etapa de acercamiento impulsada por el entonces presidente estadounidense Barack Obama (2009-2017) y frenada por Trump.
Antes de llegar al poder en 2021, Biden prometió cambios respecto a Cuba pero los fue aplazando tras las manifestaciones antigubernamentales de julio de 2021 en la isla. Justo antes de dejar el poder alivió las sanciones para facilitar la liberación de cientos de presos políticos en Cuba. Trump retomó la política agresiva con su regreso a la Casa Blanca. Lo acompaña en esa misión el Secretario de Estado Marco rubio, hijo de cubanos y defensor a ultranza de la mano dura sobre Cuba.