Para el choque decisivo en el Maracaná, Ariel Holan decidió modificar la formación: no apostó a la línea de cinco defensores como se preveía, pero sí reforzó la marca en el medio con el ingreso de Nicolás Domingo por Juan Sánchez Miño. Además, Amorebieta entró en el fondo por Silva. Tal como se esperaba, el equipo brasileño salió desde el arranque a buscar el gol que igualara la serie, pero Independiente, más allá de algunas grietas en el lateral que cuidaba Bustos, se plantó firme en su campo y no le dio chances en los primeros minutos.

Sin embargo, el local tuvo la primera a los 13 y fue clarísima: Everton, que arrancó en posición adelantada no advertida por el asistente, recibió de Felipe Vizeu y le ganó la espalda de Bustos, pero perdió en el pie a mano con el gran achique de Campaña. Más allá de algún otro sobresalto, como el que padeció cuando Diego enganchó desde la izquierda hacia el centro, y sacó un zurdazo riesgoso que alcanzó a interceptar Amorebieta, el conjunto de Holan lo tenía controlado ante un rival sin ideas.

Pero a los 29 minutos y luego de un tiro libre desde la derecha, peinó Juan en el corazón del área, tocó Rever en el segundo palo, Domingo no pudo rechazar y Lucas Paquetá empujó a la red. El panorama no era sencillo para Independiente, mucho más cuando perdió por lesión a Benítez (lo reemplazó Albertengo), pero rápidamente Meza se metió al área por la derecha y cayó cuando lo apareaba el colombiano Cuéllar.

El árbitro colombiano Roldán sancionó penal. Los jugadores locales se le fueron encima y exigieron que revisara la maniobra a través del VAR. El juez lo hizo y ratificó su decisión. Lejos de las polémicas, Barco la clavó contra el palo derecho y selló el empate con el que se fueron al descanso.

En el complemento, los brasileños salieron con bríos renovados y a los dos minutos estuvieron cerca que desequilibrar nuevamente: Amorebieta perdió la pelota en el círculo central, Lucas Paquetá levantó vuelo, llegó al área con el venezolano a la rastra, y definió con una media vuelta poco ortodoxa que tapó Campaña.

El colombiano Reinaldo Rueda apostó a reforzar el ataque con la salida del peruano Trauco y el ingreso del juvenil Vinicius Júnior, un chico de 16 años que ya fue adquirido por Real Madrid.

La búsqueda del local ofrecía espacios para que aprovechara el equipo de Avellaneda. A los 14 minutos, Gigliotti robó la pelota en su campo, corrió 50 metros a pura potencia, y cuando se encontró cara a cara con el arquero César tuvo la lucidez para definir con un toque suave, pero el zaguero Juan salvó a centímetros de la línea de gol.

Con el correr de los minutos, el partido se hizo de ida y vuelta y el resultado era una moneda al aire. Las aproximaciones se repetían en las dos áreas, con los brasileños siempre un poco más cerca del segundo. De todas maneras, los nervios comenzaron a apoderarse de muchos de los jugadores de Flamengo, y la claridad ya no era la del principio. Independiente comenzaba a disfrutar del nuevo título.