La Justicia Federal ratificó la prisión preventiva para el juez Marcelo Bailaque, quien seguirá en libertad mientras el Consejo de la Magistratura evalúa su posible destitución. Así lo confirmó un fallo de la Cámara Federal de Apelaciones de Rosario en el que se fundamenta el pedido de prisión preventiva en la existencia del peligro de entorpecimiento de las investigaciones. El arresto domiciliario es por 90 días para el cuestionado juez federal, mientras el Consejo de la Magistratura avanza con el proceso de destitución. Además, el fallo reduce de 1.500 a 600 millones de pesos el embargo preventivo sobre los bienes muebles, inmuebles y cuentas bancarias del juez Bailaque. De todos modos el dictamen del tribunal de alzada resalta que "en caso de un eventual juicio y condena del investigado, la pena deberá analizarse conforme a las previsiones de la ley 24.660, y será ese tribunal quien decidirá si corresponde cumplir condena de prisión en una cárcel o en su domicilio". Es decir que la domiciliaria solo corre durante el proceso.

La Cámara Federal de Rosario rechazó de este modo la apelación interpuesta por la defensa del juez federal Nº4, Marcelo Martín Bailaque, a la prisión preventiva dictada contra el magistrado en primera instancia en una causa en la que tiene tres acusados, por los delitos de prevaricato, extorsión e incumplimiento de los deberes de funcionario público. El tribunal morigeró la medida al otorgarle arresto domiciliario, pero el fallo no se hará efectivo mientras el acusado mantenga los fueros que le otorgan su cargo.

La resolución fue firmada, de manera unánime, por los camaristas Aníbal Pineda, Fernando Barbará y Elida Vidal, quienes intervinieron ante una apelación de la defensa de Bailaque luego de que el juez de garantías de primera instancia, Eduardo Rodrigues Da Cruz, le dictada prisión preventiva al magistrado.

Los camaristas tuvieron en cuenta, a la hora de morigerar la medida cautelar otorgándole la prisión domiciliaria, que durante la audiencia en la que fue imputado las partes entendieron que no había riesgo de fuga por parte del acusado.

Mientras que la juez Vidal, del tribunal de alzada, redujo el embargo dispuesto en primera instancia sobre los bienes de Bailaque de $1.400 millones a $600 millones, detallaron fuentes judiciales. Sin embargo, ninguna de esas medidas es de ejecución efectiva puesto que el acusado goza de la inmunidad de arresto que le confiere su condición de juez federal.

La suerte de la libertad ambulatoria de Bailaque está en manos del Consejo de la Magistratura, que analiza un expediente de pedido de remoción del juez de su cargo por mal desempeño en sus funciones. Los plazos de ese órgano no suelen estar emparentados con el vértigo ni la celeridad extrema, pero la trascendencia pública del caso tal vez produzca efectos en los tiempos de resolución del caso.

El Consejo también puede suspender al juez en sus funciones, pero en ese caso mantiene la condición de magistrado.

Bailaque fue imputado en tres legajos judiciales: uno por presunta extorsión junto al empresario y financista rosarino Fernando Whpei -que también fue acusado formalmente y al que se le dictó prisión preventiva la semana pasada- y al ex director de la delegación Santa Fe de la Afip (hoy Arca), Carlos Vaudagna; otro por la administración de los multimillonarios fondos bloqueados de una cooperativa que fueron para a una mutual supuestamente vinculada a Whpei; y la tercera por presuntas demoras en la tramitación de medidas en una causa que investigaba al narco rosarino ya condenado, Esteban Lindor Alvarado.

En tanto esta semana también la Justicia Federal debe decidir qué medida toma sobre el empresario Fernando Whpei, que quedó preso la semana pasada en la misma causa en la que está imputado Bailaque. Es que los abogados de Whpei solicitaron la prisión domiciliaria debido a una situación familiar que atraviesa su cliente.

La situación es incierta , aunque hubo un episodio que tiño de oscuridad al proceso:  la semana pasada y después que el juez Eduardo Rodrígues Da Cruz dictara la prisión contra el empresario, un cabo de la policía federal se acercó y le ofreció un sobre. "El otro día me quedé hasta tarde en la audiencia del empresario (cuando quedó detenido Whpei) y como me quedé hasta tarde el abogado del empresario me dejó dinero", dijo el policía segun el magistrado plasmó en su denuncia.

Rodrígues Da Cruz le contestó que no entendía qué le estaba manifestando y que "lo sucedido no correspondía de ninguna manera». Entonces, el cabo le respondió "que esto era de estilo y que me quería contar para no dejarme afuera".

Sorprendido por la oferta, el juez le reiteró que "no me parecía apropiado lo que había sucedido" y le explicitó que "no me tenía que dejar adentro o afuera de nada porque no compartía en absoluto lo que pasó". El juez no quiso abrir el sobre para ver cuánto dinero contenía y pidió la inmediata detención del cabo.

La situación de Whpei debería resolverse esta semana y resulta más que turbia la maniobra que sólo perjudica al empresario. Es que es extraño pensar que si a Bailaque le dieron una prisión domiciliaria, le mantengan a Whpei la prisión efectiva.