Este martes la revista BioScience publicó un estudio realizado por científicos mexicanos y estadounidenses que concluyó en que el cambio climático será la tercera gran amenaza en la extinción de los animales, junto a su sobreexplotación y a la pérdida de sus hábitats naturales.
El resultado de la investigación comprueba que hay más de 3500 especies en peligro de extinción debido al encrudecimiento del cambio climático, una temática poco estudiada aún debido a que sus avances (o retrocesos) más fuertes, sucede actualmente. Según William Ripple, el director del estudio y ecólogo de la Universidad Estatal de Oregón, Estados Unidos, "estamos al principio de una crisis existencial para los animales salvajes de la Tierra", resumiendo que se sumará a las otras dos causas mayoritarias para la extinción de los animales.
El estudio
Como población objetivo de la investigación, el equipo científico analizó a 70814 especies animales de 35 clases, utilizando dos conjuntos de datos públicos acerca de la biodiversidad para averigüar sobre la fragilidad de los animales salvajes contra el cambio climático. Como resultado, al menos el 25 por ciento de seis clases diferentes se ven duramente amenazadas por la crisis climática, entre las que se encuentran los arácnidos, los chilopodos (como los ciempiés) y los invertebrados marinos como medusas y corales.
Justamente son estos últimos, los marinos, los que más le preocupan al equipo científico a cargo del estudio ya que "absorben la mayor parte del calor del cambio climático" afirma Ripple. El ecólogo destaca que "esos animales son cada vez más vulnerables debido a su limitada capacidad para desplazarse y eludir rápidamente las condiciones adversas".
Causas y efectos
El análisis asegura que la mayoría de los animales en peligro de extinción podrían fallecer por fenómenos de la crisis climática como las olas de calor o los incendios forestales, así como las sequías y las inundaciones. Por este motivo podrán desencadenarse otros procesos que afecten a los ecosistemas dado que modificará la retroalimentación del ciclo del carbono y al ciclo de los nutrientes.
Según Ripple, "esos efectos también repercutirán probablemente en las interacciones entre especies, como la depredación, la competencia, la polinización y el parasitismo, que son vitales para el funcionamiento de los ecosistemas".
Para la publicación en BioScience el equipo científico retomó otros casos de extinciones de especies animales motivadas por el cambio climático. Por ejemplo, 10 millones de cangrejos de nieve en el Mar de Bering desaparecidos en 2018, las 7 mil ballenas jorobadas muertas por las olas de calor al norte del Océano Pacífico y el fallecimiento del 90% de los moluscos en la costa de Israel por el calentamiento del agua. Son estos casos los que generaron una mayor preocupación por los invertebrados en peligro.
De todas formas, no solo acumularon casos de desapariciones de invertebrados. También incluyeron la mortalidad masiva de 4 millones de peces mero en la costa oeste de América del Norte. Este hecho se debe a una alteración en la cadena alimentaria producto de una ola de calor marino que terminó con la vida de 71% del bacalao de esa región del Pacífico. Además, los científicos también mostraron su preocupación por la poca información disponible sobre los animales silvestres en condiciones similares.
Conclusiones de la publicación
"Puede que nos estemos acercando a puntos de inflexión en lo que respecta al impacto del cambio climático sobre los animales", afirman con preocupación los científicos mexicanos y estadounidenses, que también preveen "que los futuros riesgos de extinción y las mortalidades masivas se acelerarán enormemente con cada fracción de grado de aumento de las temperaturas globales".
En este momento, Ripple entiende que lo necesario es un cambio en la política global al respecto. "Comprender el riesgo es crucial para tomar decisiones políticas con conocimiento de causa", dice el estadounidense que reclama por "una base de datos mundial sobre mortalidad masiva debida al cambio climático para las especies animales de todos los ecosistemas". El objetivo, además de cuidar a las especies allí incluidas, será conocer y evaluar a las que aún no lo están.