Un intenso día de política. Más allá de cómo se dirima el asunto de los jubilados, nadie podrá decir que entiende cómo funciona la Argentina sin tener en cuenta siete claves:

   1)La voluntad presidencial de jugar fuerte y aprovechar el envión de las elecciones para producir la mayor cantidad posible de cambios conservadores lo más rápido que se pueda.

   2)La transformación del bloque de diputados del Frente para la Victoria en un factor político de primer orden. Tras la decisión de no dar quórum, el bloque conducido por Agustín Rossi, no dejó el Congreso. Vigiló la sesión. Y sus miembros en ningún momento dejaron de hablar con legisladores de otros bloques, sobre todo peronistas que responden a los gobernadores.

   3)La capacidad movilizadora del kirchnerismo y a izquierda (y esta vez también de las centrales obreras) cuando hay una disputa concreta. Pasó con el dos por uno y volvió a pasar con el recorte jubilatorio.

   4)La disposición acuerdista de Gobierno con los peronismos provinciales y las dificultades de concretar la rosca cuando se hace evidente que el acuerdo producirá altísimos costos políticos. Según confiaron sus colegas, el diputado y dirigente petrolero Alberto Roberti dio quórum en un momento porque estaba cansado y se sentó. En general lo predominante en los peronistas de interior fue esto: “Que los oficialistas se sienten y después vemos”.

   5)Las divisiones dentro del oficialismo. No hay más de un líder, Mauricio Macri, ni otro proyecto que un conservadorismo sostenido en el tiempo, pero hay juegos. Habrá que ver si esos juegos solo favorecen a Elisa Carrió, que se opuso a sacar por decreto a Alejandra Gils Carbó pero contribuyó a la campaña para demolerla, o si las fuerzas de oposición, con el FpV y un Frente Renovador más peleador sin Sergio Massa en el recinto, empiezan a dar pasos firmes aprovechando las fisuras de Cambiemos.

      6)La resolución de convertir a las cuatro fuerzas de seguridad en un martillo único capaz de saltarse las garantías constitucionales matando mapuches, deteniendo chicos a mansalva, golpeando diputados o baleando fotógrafos.

   7)La heterogeneidad. Mauricio Macri tiene un alto nivel de consenso. Parte de la sociedad, incluso en sectores de clase media y de trabajadores, se ilusiona con sus promesas de prosperidad individual. Pero el Presidente no logró borrar el recuerdo, y por lo tanto la ideología y la política, del empleo seguro y la jubilación sin recortes.

   Todos juegan fuerte.

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