Desde Cannes
No fue una sorpresa, precisamente, pero la Palma de Oro del Festival de Cannes –el premio artístico más importante del mundo del cine-, otorgada el sábado por la noche a Un simple accidente, del enorme cineasta iraní Jafar Panahi, se presta a múltiples lecturas complementarias. En primer lugar, se trata de un justo reconocimiento a una película concebida y ejecutada con gran maestría, esa a la que nos tiene acostumbrados un director que ya había conquistado el León de Oro de laEl círculoOso de Oro de la Berlinale 2015 por Taxi Teheránun film que -en un grado aún mayor que en casos anteriores- cuestiona de manera muy directa y contundente al régimen teocrático iraní