En su editorial, el periodista y conductor de La Mañana, analizó la alianza entre el PRO y La Libertad Avanza en la Provincia de Buenos Aires de cara a las próximas elecciones y explicó, con ironía, cuál es la posición de cada dirigente en este momento: la de Mauricio Macri, estirando la mano hacia Javier Milei; la de Milei, destilando odio; y la de Villarruel, que analiza sus posibilidades de llegar al poder; entre otros.

El editorial de Víctor Hugo Morales

Hay muchos sorprendidos por el acuerdo de Macri con Milei en la Provincia, pese a que su apellido fue humillado en la iglesia el 25 de Mayo. Cuesta compartir tal percepción porque no debe olvidarse que Macri peleó contra su padre para declararlo insano, lo acusó de delincuente pocos días después de su muerte, estafó a uno de sus hermanos y espió a la familia. Es un perverso que odia y cela a Milei, pero ahora es el palo enjabonado al que se abraza.

Milei, por su lado, disfruta de esa historia chiquita, miserable, que construyó el domingo a expensas del Macri que usurpó la Capital y de la fanática de los vuelos de la muerte. Pasaron tantas veces la escena que Macri ya es una estatua que da la mano en el vacío infinito del desprecio. Es un meme, un logo, un flyer. Y a Mauricio, ¿qué le importa? Ella, por su parte, Villarruel, rumia su venganza pensando en el día en que Clarín eyecte del gobierno a Milei y se lo entregue a ella. De eso, ella, ve que hay chance.

Un hombre que busca un bono de mil millones después de recibir veinte debe estar en un arco, y alguna vez trascendió que no era bueno en eso. Así que las expectativas de Villarruel pueden tener sustento. La venganza será terrible… diría el "Negro" Dolina.

No hay que desatender que Clarín acaba de dar permiso para actuar contra Milei a fondo. Sus programas, sus animadores, sus zócalos, hacen ahora periodismo independiente. El sistema entero recibe la información de que cualquier cacatúa puede pegarle a Milei. Ahora se puede. Telefónica vale dos mil millones de insultos, por lo menos.

Entonces uno reflexiona sobre una sociedad cuyos valores han sido devastados por el poder promueve al menos algo entretenido. Los Macri, con la mano estirada hacia Milei. Milei desquitándose de todos los que lo humillaron algún día. Caputo como empanada de pavo. El Grupo... no... esa gente no es graciosa.