El Gobierno de Panamá declaró este martes el estado de emergencia en la provincia caribeña de Bocas del Toro, que desde hace semanas registra fuertes protestas con bloqueos viales y donde la principal bananera del país anunció despidos masivos a sus trabajadores en huelga tras pérdidas millonarias.
La declaración del estado o plan de emergencia fue aprobada este martes por el Gabinete (Consejo de Ministros) a través de la Resolución 48, la cual contempla la creación de una 'Comisión de Alto Nivel para atender la situación causada por la huelga bananera y los cierres de vías en la provincia'.
El estado de emergencia en la provincia supone que los integrantes de la comisión de alto nivel "se encargarán de autorizar contrataciones mediante procedimiento excepcional que soliciten los ministerios para las compras y proyectos que consideren cruciales para la recuperación económica de Bocas del Toro", según explicaron las autoridades panameñas.
Actualmente, en Bocas del Toro "hay en ejecución 21 proyectos del Gobierno Nacional, en renglones de agua, saneamiento, transporte, turismo, deportes y vivienda", según un comunicado oficial del Gobierno. Las autoridades indicaron que "la declaratoria de estado de emergencia no implica la suspensión de garantías fundamentales ni de derechos constitucionales de ningún ciudadano".
El sector bananero de esa provincia se sumó a la huelga promovida por el principal sindicato del país, Suntracs, y otros docentes contra varias iniciativas del Gobierno de José Raúl Mulino, en concreto para rechazar una ley que reforma la Seguridad Social porque, consideran, es lesiva para sus jubilaciones y con carácter "neoliberal".
Las huelgas comenzaron hace más de un mes y desencadenaron protestas y cerca de 30 obstrucciones y cierres en las principales carreteras del país. La policía ha lanzado gas lacrimógeno para reabrirlas, causando la denuncia de uso desmedido de la fuerza por parte de los manifestantes.
"La declaración del estado de emergencia no implica bajo ninguna circunstancia intervenir en la apertura de estos bloqueos que tienen (en) las comunidades" de Bocas del Toro, afirmó en rueda de prensa el ministro panameño de la Presidencia, Juan Carlos Orillac.
Orillac, que integra la comisión con los ministros de Salud, Trabajo, Seguridad y Desarrollo Agropecuario, añadió que esto es más bien para "reactivar la provincia, específicamente vamos a tratar de que sea de la mejor forma y sin que cause ningún tema de violencia por parte de las actuaciones que nosotros tengamos".
También dijo que "no recuerda que se haya puesto fecha específica (de duración) al plan de emergencia porque esta situación, obviamente, no sabemos qué tiempo pueda tomar".
La bananera Chiquita y Bocas del Toro
Pese a que las protestas se han registrado a lo largo de todo el país, Bocas del Toro registra la situación más grave: parte de esa provincia, fronteriza con Costa Rica, es insular, por lo que los bloqueos la mantienen aislada y las autoridades han creado un puente humanitario para llevar provisiones.
Además, esa zona caribeña es dependiente económicamente del sector turismo -siendo uno de los principales destinos del país- y el bananero.
Allí, Chiquita Panamá, filial de la estadounidense Chiquita Brands, anunció la suspensión "hasta nuevo aviso" de sus operaciones "administrativas, siembra, empaque y exportación" debido a la huelga "injustificada" de sus trabajadores, alegando que tomaron la decisión por causas de "fuerza mayor ajena al control de la empresa".
La medida se suma, además, al despido de casi 5.000 de sus trabajadores en huelga, después de un frustrado diálogo entre el Gobierno y el sindicato. El Ejecutivo, inclusive, había anunciado que estaba trabajando en mejoras de la ley especial que rige la Seguridad Social de los trabajadores bananeros.