­­No podía ser de otra manera. La flamante Stick: el swing perfecto (reciente estreno de Apple TV+) lleva en su título el apodo de su protagonista como sucede en las obras de su tipo. Un exgolfista profesional que vuelve a las andadas tras estar perdido por varias temporadas. Más cerca del glorioso perdedor que encarnaba Kevin Costner en Tin Cup (Ron Shelton; 1996) que del irritable Happy Gilmore (Dennis Dugan; 1996), el personaje siente que es tiempo de sacar los palos de la bolsa. “El juego me va a devolver algo, después de todo lo que me quitó”, dice el personaje al que le da vida Owen Wilson en un nuevo ejercicio de su charme tan desinteresado como imperecedero. Esta comedia deportiva por antonomasia, usa al más exclusivo de los deportes, para relatar el vínculo entre un mentor maltrecho que ha dado con un Tiger Woods en potencia. Sus tres primeros episodios ya están disponibles en la plataforma de streaming, los siete restantes se estrenan cada miércoles.

“El cielo y la tierra dejan de existir cuando te adentrás en el verde gentil. No importa, si sos un novato o el número uno del mundo”, explica Pryce Calhill (Wilson). Uno de esos sujetos que en el pasado formó parte del equipo de la Ryder Cup, recibía cheques gigantes, brilló en el Masters y estaba en las portadas de las revistas dedicadas a la actividad que mueve millones de dólares. La frase, sin embargo, se la dice a un posible comprador en una tienda donde trabaja como vendedor. Divorciado y aun muy enganchado a su ex, Amber-Linn (notable Judy Greer), da clases a jubilados en Indiana. Si está apremiado de dinero –lo cual es muy a menudo- acude a estafas pequeñas en bares vinculadas con su expertise. No es una piltrafa, pero está a punto de empezar a serlo. La debacle sucedió en 2009 después de tener un colapso nervioso en medio de un gran torneo porque su pelotita se fue al lago. En realidad hay algo profundo por escarbar allí y Stick: el swing perfecto espera su momento para dar su golpe.

La oportunidad para salir del pozo de arena se llama Santi (Peter Dager), un prodigio de 17 años al que reconoce tan solo al escuchar cómo le pega con una potencia inconmensurable. No hay un solo personaje en esta creación de Jason Keller que no esté dañado, o mejor dicho, en busca de ser reparado. El adolescente anda a la búsqueda de una figura paterna, dice odiar al golf y tiene a Elena, su madre latina (la mexicana Mariana Treviño), cómo sostén emocional. Por ahí también anda Mitts (Marc Maron), amigo y antiguo caddie de Pryce, quien le aclara a Pryce que “este chico no va a solucionar lo que pasó”. Lo cierto es que el cuarteto se subirá a una motorhome para aprovechar el circuito del U.S. Amateur Championships. De esa manera podrán solucionar sus cuentas y el saldo negativo de sus existencias. También se subirá al viaje Zero (Lilli Kay), una piba ácida a la que conocen en su primer torneo. Como es de esperar hay algo –o bastante- de road narrativo en el relato. No por nada los dos primeros episodios fueron dirigidos por Valerie Faris y Jonathan Dayton, los mismos de Pequeña Miss Sunshine.

“¿Qué hacés para salir de un bajón?”, se pregunta Pryce, quien tiene a “Cecilia” de Simon & Garfunkel como respuesta personal. “Es una de las grandes canciones de todos los tiempos para sentirse bien”. Y es en esos momentos donda la serie funciona. No faltan aquí las idas y vueltas entre el mentor y su pupilo, los posibles romances, las altas y bajas en medio de un partido, la aparición de un viejo rival (Timothy Olyphant) con el que saldar cuentas, y bromas justo cuando alguno está por sacar una lágrima. Algo matemática en su fórmula narrativa, Stick: el swing perfecto busca ocupar ese espacio que dejó vacante Ted Lasso en el mismo servicio. Una serie “feel good”, con su oportunidad de autosuperación luego de haber tropezado una y otra vez con el mismo tiro.

Programados

* Disney+ anunció el estreno de Amanda Knox: una historia retorcida para el próximo 20 de agosto. La miniserie está basada en el muy mediático caso de la joven norteamericana que en 2007 fue acusada por el asesinato de su compañera de cuarto en Perugia, Italia. Grace Van Patten encarna a la mujer que también cuenta con un documental que anda dando vueltas en Netflix.

* Hinchas de Platense, abstenerse. El juego del calamar ya tiene pautado el estreno de su tercera y última temporada para el 27 de junio. ¿Podrá Seong Gi-hun/456 llevar a cabo su venganza y destruir la organización que lleva a cabo la masacre lúdica? ¿Habrá final feliz? Será justo en el medio. “Cuando veas el episodio final, lo entenderán”, dijo su creador Hwang Dong-hyuk.

* Yiya empezó a preparar el té con masas. Flow anunció el inicio de rodaje de la entrega sobre la asesina y estafadora que marcó un antes y un después en la historia criminal argentina. Julieta Zylberberg encarna a la envenenadora de Monserrat, junto a un elenco en el que aparecen los nombres de Cristina Banegas, Pablo Rago, Mónica Antonopulos, Cecilia Dopazo y Diego Cremonesi, entre otros. La coproducción de Flow, junto a Kuarzo e Idealismo Contenidos, contará con un total de 5 episodios y contará con un especial en formato documental.

El personaje

Elena de Valmonte de La favorita 1922 (Verónica Sánchez). Una marquesa sevillana que busca darle fuego a su vida dedicándose a la cocina. Esposa infeliz, fugitiva y culta, encontrará refugio en un bistró que cambiará la gastronomía madrileña. Como The Bear pero a base de guiso y con mucho sazón español. Ya se la puede ver por Flow.