Recoger un legado, y hacerlo presente. Ese es el espíritu que anima a Mauricio Palavecino, destacado percusionista que reside en Villa Amelia pero desarrolla gran parte de su arte en Rosario, para relanzar Folcloreishons, una propuesta musical con la improvisación en el eje, junto a Pablo Juárez en piano y Mariano Sayago en contrabajo. 

El ciclo se inaugurará el miércoles 11 de junio a las 21 horas, con la participación especial de la cantante Noelia García, en El Aserradero (Montevideo 1518). La cita se repite el jueves 19 de junio, víspera de feriado, también a las 21 horas, con la presencia del armonicista Lucio Taragno. En esta segunda fecha, tras la presentación, se abrirá una jam session para que cualquier músico interesado pueda sumarse y compartir la improvisación en vivo.

¿Por qué recoger un legado? En la década del 60, Buenos Aires fue testigo de un fenómeno musical poco convencional que tuvo lugar en la casa del pianista y médico Eduardo Lagos. Conocidas como “Folcloreishons”, estas reuniones eran encuentros abiertos donde confluyeron músicos del folclore y del jazz para explorar nuevos territorios sonoros. Allí, figuras como Astor Piazzolla, Domingo Cura, Oscar Cardozo Ocampo, Alfredo Remus y Oscar López Ruiz, entre otros, se reunían para experimentar y romper con las formas tradicionales del folclore de la época.

Lagos, médico de profesión y amigo cercano de músicos, abría su casa como un refugio para la música. Fue el armoniquista Hugo Díaz quien bautizó estos encuentros como “Folcloreishons”, señalando que en esos espacios se vivía una ruptura consciente con la tradición folclórica, atravesada por la influencia del jazz y, especialmente, la improvisación. 

Este espíritu innovador fue retomado décadas después por músicos como el Chango Farías Gómez en los 80, quien impulsó la continuidad de estas reuniones en Buenos Aires y otras ciudades como Rosario, donde se gestó una escena musical muy activa. 

El ciclo Folclorations retoma esta tradición histórica con un enfoque propio y contemporáneo, invitando a músicos locales a experimentar la improvisación dentro del repertorio folclórico argentino y latinoamericano.

Esta historia inspiró a Palavecino a retomar ese espíritu y abrir un espacio para la libre y espontánea interpretación del repertorio folclórico argentino y latinoamericano. Mauricio explica que esta iniciativa no solo rememora el pasado sino que también es una celebración del “aquí y ahora” de la invención musical, un momento donde la improvisación cobra vida como un acto vivo, único e irrepetible, ligado a la escucha atenta y la presencia plena.

Para Mauricio, la improvisación no es solo un recurso del jazz, sino una herencia ancestral que viene de las raíces afro, del tambor y la voz, donde la música fluye sin estructuras fijas, conectada con la vida y el momento. “Es una especie de rezo o mantra -dice-, hay que entregarse para que las cosas sucedan.”

La improvisación, como explica Mauricio, tiene sus raíces en la música afroamericana y en tradiciones orales donde el tambor y la voz se funden en un diálogo sin estructuras fijas. “En la chacarera o en la rumba, la música no está estrictamente predeterminada, sino que es un flujo vivo que se crea en cada encuentro, siendo único e irrepetible”, dice.

Este enfoque rompe con la idea de que el folclore debe mantenerse estático, que invita a pensar la tradición como un proceso dinámico, donde el presente dialoga con el pasado y con las nuevas influencias. 

Las entradas anticipadas para Folcloreshions están disponibles en elaserradero.com.ar