Una condena y tres absoluciones fue el resultado del juicio por la fiesta electrónica del año nuevo de 2017, realizada en el predio del boliche Punta Stage, de Arroyo Seco. Dos jóvenes murieron a causa de la ingesta de estupefacientes y justamente, el juicio era por "facilitamiento de un espacio para la venta y consumo de droga". El sentenciado es uno de los organizadores de la Sasha New Year Even Party y recibió 4 años y medio de prisión.
Además, en el mismo veredicto de la Justicia Federal fueron absueltos otros tres acusados por el fiscal Federico Reynares Solari, entre ellos el exintendente de la vecina localidad, que tenía imputación por incumplimiento de deberes de funcionario público, por "haber permitido la realización y prosecución" de ese tipo de fiesta.
El fiscal Reynares Solari dijo en Canal 3 que se pidieron "condenas para los cuatro, pero el balance es positivo. Lo que dijo el tribunal es que hubo facilitamiento para la venta de estupefacientes en ese predio. (Van Brook) tenía una conversación con una persona que en otra causa, años después, fue condenada por venta de drogas sintéticas, donde la invitaba a ir a esa fiesta para comercializar”.
Se trata del debate oral que comenzó en marzo pasado. Lo que se juzgó tuvo que ver con el facilitamiento para la venta y consumo de droga en aquella fiesta. Giuliana Maldovan, de 20 años, y Lucas Liveratore, de 34, que asistieron a la misma, murieron a causa de la ingesta de estupefacientes. Tras analizar la prueba rendida, el tribunal integrado por Osvaldo Facciano, Eugenio Martínez Ferrero y Eduardo Rodríguez Da Cruz, dio a conocer ayer su decisión, mientras que los fundamentos se esperan para las próximas semanas.
El juicio tuvo en el banquillo a los responsables de la productora “Live Art Producciones”, que organizó la fiesta, Alan David Van Brook -condenado- y Gino Piazzese Scaglia -absuelto-; además de Germán Pablo Dalinger -absuelto-, de Yameli SRL -que explotaba comercialmente el complejo-, acusados por el facilitamiento del espacio para la venta y consumo de droga durante la fiesta realizada el 31 de diciembre de 2016; y al exintendente de la vecina ciudad, Nizar Esper -también, absuelto-, por incumplimiento de los deberes de funcionario público, dado que "se le imputa haber permitido la realización y prosecución del evento, incluso en violación a un decreto de su firma que poco antes de los hechos había prohibido la realización de fiestas electrónicas", se indicó al inicio del debate.
La acusación fiscal sostuvo que, con el avance de la investigación, “se logró determinar la existencia de diferentes irregularidades producidas durante el desarrollo del evento, relativas a la organización, autorizaciones municipales y la observancia de la comisión de presuntos hechos relacionados con la Ley 23.737”, que reprime el narcotráfico.
Según la fiscalía, los testimonios resaltaron diferentes problemas relacionados a controles de ingreso permeables, con revisiones parciales, imposibilidad de comprar agua mineral en las barras, existencia de un único puesto de hidratación en todo el predio, falta de ventiladores, excesiva cantidad de gente, un sólo centro sanitario, personal de seguridad escaso y falta de agua en los baños.
En tanto, un quinto imputado, encargado operativo del complejo, fue condenado a 3 años condicional en un procedimiento abreviado, como partícipe secundario del facilitamiento del local para la comercialización y el uso de sustancias estupefacientes.