Siempre hubo una especie de vidrio empañado entre nosotros. Era muy difícil decirnos algunas cosas”. Así recordó Iván Noble el vínculo con su padre, protagonista de su primera novela El doctor Álvarez contra los All Blacks. Un libro íntimo, de no ficción, que nació del duelo, pero también del recuerdo de los buenos momentos compartidos.

“El doctor Álvarez era mi viejo, y los All Blacks es una metáfora”, explicó. La historia comenzó como una crónica sobre la enfermedad terminal de su padre, a quien le detectaron un tumor cerebral maligno: “De un día para el otro... su vida y toda la mía y la de mi familia se dieron vuelta como un guante”.

El texto, que arrancó como un testimonio del deterioro físico, viró a otra cosa. “Por suerte, a instancias del consejo de un gran amigo y escritor, Juanjo Becerra. Yo le mostré el libro y me dijo que era muy emocionante, que lo había hecho llorar, que era honesto, pero que no hablara solo de la muerte, que hablara también de la vida”, contó.

Esa mirada fue clave para abrir otra ventana. “Eso me abrió una ventana a otro momento de la vida de él”, contó Noble. El libro entonces se volvió también una especie de “arqueología familiar”.

“Yo tengo 57, y creo que todos los que tenemos más de 40, incluso si nuestros padres fueron amorosos, vivimos una distancia corporal, expresiva, que era muy difícil de sortear”, reflexiona. “En el caso de mi viejo, no tengo dudas de que me habló profundamente, pero siempre hubo una especie de vidrio empañado entre nosotros”.

La enfermedad, paradójicamente, funcionó como catalizador. “Cuando llegó el diagnóstico terminal, abrió una ventana de tiempo que llenamos con todo eso que no nos habíamos dicho ni habíamos hecho”, dijo con tono emotivo.

“Vengo diciendo, porque lo pienso siempre, que la relación entre un hijo varón y un padre es como la caja negra de la existencia de uno”, afirmó. “Ahí está el tótem, el hijo que mira, el superhéroe que se empieza a desvanecer, al que uno empieza a discutirle. El libro va de eso”, añadió.

Aunque ya había escrito Como el cangrejo, un libro de relatos ficcionalizados sobre sus giras, esta vez fue diferente. “Esto fue bastante más pesado de escribir. Y bueno, ojalá sea la puerta de entrada a lo que de verdad quiero hacer, que es escribir”, reveló el líder Los Caballeros de la Quema.