El mismo año en el que la dictadura cívico militar perpetró los fusilamientos en José León Suárez registrados por Rodolfo Walsh en su libro Operación masacre los proletarios agrupados en la Federación de Obreros en Construcciones Navales de tendencia anarquista dieron comienzo a la huelga má larga del siglo XX en la región Argentina. Vale señalar ambos acontecimientos porque en ambos quedan exhibidas las característcas represivas de los regímenes estatales capitalistas.
Los fusilamientos de junio de 1956 ante alzamiento del general Valle se dirigieron a reprimir no solo a los militares sino que la aplicación de la ley marcial dictada por la dictadura de Aramburu y Rojas se ensañó con un grupo de civiles.
En el caso de la huelga de la FOCN el enfrentamiento es porque la alianza patronal estatal pretendía extender la jornada laboral y empeorar las ya difíciles e insalubres condiciones de trabajo.
El carácter de la huelga es netamente revolucionario por tratarse de una organización anticapitalista, con sentido finalista de la acción directa.
La huelga más larga de la pasada centuria es un ejemplo de lucha solidaria y autónoma, sin mediaciones burocráticas.
Entre otras cuestiones cabe señalar que durante el conflicto fue asesinado en Rosario el obrero anarquista Ramiro García Fernández. Tanto en los fusilamientos de junio de 1956 como el hostigamiento a la huelga revolucionaria queda en evidencia el odio de las clases dominantes y su accionar terrorista.
La memoria de las luchas debería ser un acicate para las luchas del presente y los desafíos por venir que serán muchos.
Carlos A. Solero