El Presidente tendría que estar acá, recorriendo el hospital y escuchando las historias”, dijo a la 750 María de los Ángeles, quien perdió a su hijo durante una internación en el Hospital Garrahan, producto de una leucemia, y que hoy devuelve la atención brindada formando parte de las campañas de apoyo al sector de hemoterapia.

Las historias son miles y pueden escucharse en el marco de una jornada de protesta cargada de emociones, abrazos y lágrimas, donde familias y profesionales del Hospital Garrahan alzan la voz para reclamar contra el desfinanciamiento y el vaciamiento del sistema de salud pública.

"Milei no tiene corazón"

“Estuvimos un año y un mes internadas con mi hija. A ella le diagnosticaron lupus el año pasado. Sigue con su tratamiento. Por eso vengo desde Quilmes a apoyar”, explicó Mabel.

Además, la mujer aseguró que los equipos médicos son su “segunda familia”, y cuestionó con dureza al Presidente: “Acompañan a los chicos, los aman. Siento mucha impotencia. Milei no tiene corazón. Mi hija le habló. Me da vergüenza y me duele”, reveló.

“Tendría que estar acá”

Desde otra perspectiva igual de conmovedora, María de los Ángeles contó la historia de su hijo, paciente oncológico: “Seguimos acompañando al servicio de hemoterapia. Estamos armando una promoción a través del deporte y del arte para devolverle al hospital todo lo que hizo por nosotros”, aseguró.

“Es muy emocionante poder compartir con todas las mamás las historias. Seguimos trabajando desde el lado de cada uno, apoyando al hospital. Es una locura y una vergüenza lo que se está viviendo. El Presidente tendría que estar acá: recorriendo el hospital y escuchando las historias”, agregó.

“Nunca nos sentimos tan agredidos”

Jorge Rossi, que encabeza el laboratorio de inmunología celular desde la fundación del hospital, advirtió que atraviesan una situación inédita. “Nunca nos sentimos tan desfinanciados, agredidos", lamentó.

“Estamos perdiendo profesionales valiosísimos. Los jóvenes no vienen porque el sueldo no es atractivo”, explicó. “Desarmar algo es muy fácil, pero costó mucho construir. Este hospital tiene un funcionamiento único en el país”, dijo.

“Es denigrante”

El testimonio más desgarrador llegó de parte de Gustavo, enfermero del área de emergencias, que tomó la decisión de migrar a Europa. “Hace 12 años trabajo en el hospital y como enfermero hace 20. Lo vivo con mucha angustia”, afirmó.

Me voy porque allá me consideran un poco más. Ni llegué y ya firmé un contrato”, relató. “¿Cómo puede ser que allá te abren la puerta y acá das lástima y tenés que estar diciendo cuánto ganas y decir que estudiaste tanto para esto? Es como una constante denigración que tenemos”, finalizó.

(Informe de Marisol Juárez para la 750)

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