La dirigencia de Newell’s busca vender el pase de Tomás Jacob en poco más de un millón de dólares y el futuro del volante está lejos del parque Independencia. La directiva está urgida de fondos para pagar sueldos y hace todo lo posible para vender. Entre tanto el plantel superior está sin gestión de parte de las autoridades, al punto que nadie advirtió que había un jugador que necesitaba visa para ingresar a México a jugar los amistosos y el futbolista se volvió de Ezeiza a Bella Vista.

Newell’s atraviesa un momento institucional muy delicado, se gestiona al ritmo de la improvisación y ya no se puede disimular. Las deudas tienen a los trabajadores sin cobrar hace meses en sueldos, no hay ofertas por jugador del primer equipo y ante esto el presidente Ignacio Astore se esfuerza por vender a Jacob en una cotización apenas superior al millón de dólares.

Pero la falta de gestión en el club, en todos los aspectos, tuvo víctima a Andrew Pereira, convocado por Cristian Fabbiani para ir a México a jugar partidos de pretemporada. En el parque Independencia nadie advirtió que el juvenil tiene nacionalidad venezolana y para ingresar a México debía tramitar la visa. A Pereira lo subieron al micro, viajó a Ezeiza con el plantel pero, obviamente, no pudo subirse al avión y se volvió solo a la ciudad.