Las temperaturas negativas de los últimos días y la de los que vendrán -según auguran los pronósticos meteorológicos- volvieron a sacar a la luz la situación de la creciente cantidad de personas que moran en las calles y duermen tapadas con cartones y telas, en ingreso a edificios públicos o privados. El secretario de Desarrollo Humano y Hábitat del municipio, Nicolás Gianelloni, reveló ayer que durante la helada noche del lunes el municipio recibió “cerca de 150 llamadas” de vecinos que anoticiaban sobre “personas en situación de calle”. Algunos por conmiseración con las personas marginadas por el cuadro al que asisten cotidianamente en las cercanías de sus domicilios, los menos para denunciar la interrupción del acceso a sus viviendas.

Gianelloni y el subsecretario de Control y Convivencia del municipio, Ezequiel Brocchi, brindaron una conferencia de prensa sobre el avance del Operativo Invierno, estación cuya crudeza en los últimos días es infrecuente en esta zona del país. El municipio tiene registradas unas 800 personas que sobreviven sin techo en la ciudad, mientras que ofrece las comodidades de los refugios públicos para unas 300 plazas. De todos modos, por motivos varios y más o menos complejos, no alcanzan a llenarse cada noche porque sus potenciales usuarios prefieren mantener los lugares donde habitan con frecuencia, en los que suelen tejer redes solidarias con el vecindario más próximo.

Consultado por Rosario/12 sobre la evolución de las personas en esa situación, el titular de Desarrollo Humano dijo que “ha crecido, ha crecido mucho”. Explicó que “ayer a la noche (por el lunes) tuvimos cerca de 150 llamadas, noticias de vecinos de situación de calle”. Gianelloni afirmó que “estamos en una situación de alta demanda y, obviamente, vemos que va creciendo esto y lo notamos cotidianamente en la calle”.

El fenómeno, multicausal, no es nuevo. Pero se intensifica inexorablemente en períodos de crisis. Por eso el gobierno municipal abrió el paraguas con la caída de las primeras gotas. “Lo que tiene que ver con la asistencia en los refugios, este año previendo lo que venía tuvimos que abrir uno nuevo”, recordó, sobre el espacio disponible desde poco más de un mes en Uriburu y Avellaneda.

-¿Qué es lo primero que hacen apenas ven a una persona o una familia en situación de calle?

-Primero invitarlos a los refugios, darle algo caliente, es muy importante rápidamente asistirlos para evitar cuadros de hipotermia. Y después llevarlos a los refugios, invitarlos a las áreas municipales durante el día, que están abiertas, y durante la noche tenemos las guardias nocturnas para llevarlos a los refugios. Recordar que este año agregamos un refugio más, por lo que hoy tenemos cerca de 300 plazas en la ciudad para las personas que están en situación de calle, para varones y también para mujeres y mujeres con chicos.

Control con “mirada social”

El Operativo Invierno diseñado por el municipio “también intenta poder trabajar con lo que tiene que ver con el control, porque a veces la gente que está en situación de calle tiene conflictos con los vecinos, hay situaciones que tienen que ver con la justicia penal”, dijo Gianelloni sobre la otra faz de la intervención pública. “Por lo tanto –añadió- trabajamos con el Ministerio de Seguridad de la provincia y también con las áreas de control para evitar que las personas en situación de calle puedan generar conflictos en la convivencia con la gente de los edificios, vecinos de las plazas y parques de la ciudad”.

De todos modos, el secretario aclaró que “obviamente tenemos una mirada social, sabemos que hay una persona que está en calle, hay algo que atender, pero también tenemos que trabajar y hacer que las pautas de convivencia de la ciudad se mantengan”.

El subsecretario de Control, Ezequiel Brocchi, precisó que el municipio toma “los reclamos” por personas cuyo principal techo es el cielo, a través de la aplicación Munibot y la línea 147. “Al margen de los patrullajes que también hacemos en recorridas diarias con las áreas de Proximidad y Control Urbano. Cuando tomamos conocimiento de que una persona se encuentra en este estado de situación, obviamente coordinamos con ellos, primero verificamos que la persona no tenga un domicilio donde le solicitamos que vaya”, abundó sobre la intervención de un problema provisto de múltiples aristas.

El funcionario señaló que “si es una persona que efectivamente está en situación de calle, lo trabajamos conjuntamente con el área de Desarrollo para que obviamente acudan o lo lleven a los lugares que tienen para ello”.

Sin embargo, por diversas razones las personas asistidas no quieren, en muchos casos, dejar los lugares donde pernoctan para ir a un refugio. Algo así como perder la parada donde vive y se changuea. Respecto de los motivos de esas negativas, Brocchi explicó que “son diferentes”, y puntualizó que “estamos viviendo que hay un segmento de personas, masculinas sobre todo, de un segmento etario entre los 20 y 40 años que están en situación de calle y quizás es una decisión de ellos de estar”.

Diferenció que “no estamos hablando de familias constituidas, muchas veces estas personas han quedado excluidas por diferentes cuestiones sociales y están dando vueltas” por la ciudad. “Nosotros las identificamos, tenemos un relevamiento, lo pasamos a Desarrollo, pero tampoco es obligatorio que ellos vayan a algún refugio o algún lugar para dormir, así que simplemente si la persona está estorbando el ingreso a un edificio, algún lugar, algún espacio público donde la gente reclama que ello no ocurra, ahí sí tenemos que acudir y solicitarle que se retire”, completó.